Foto AP
El
sastre de la Casa Blanca va a abandonar el despacho oval, a regañadientes, tras
la cadena de desastres que ha caracterizado su paso por la mansión ejecutiva de
la nación norteña; este miércoles 6 de enero los sucesos llegaron al clímax.
Claro,
adivinaste amigo lector, el modisto no es otro que Donald Trump y no porque haya cortado jamás una elegante
pieza de ropa, sino por siempre dirigir ataques frontales o solapados a quienes
no piensan como él.
Así lanza sus medidas como flechas envenenadas hacia China. Irán, Nicaragua, Venezuela… e incluso lo ha hecho contra su “socio preferente”, la Unión Europea; pero se ensaña particularmente contra nuestro Verde Caimán.
Durante
todo su gobierno fue supremo interés ampliar y profundizar las sanciones
unilaterales en nombre del odio visceral que siente por el comunismo y la Mayor
de Las Antillas, agravado desde que en
junio de 2017 decidió revertir la política de acercamiento promovida por Barack
Obama hacia Cuba.
Y
mire, estimado destinatario, qué maravilla de la hipocresía: hasta hace pocos años el rubio despeinado
miraba a Cuba con interés económico, pues, según difundió recientemente el
diario Miami Herald, en 2008
solicitó registrar la marca comercial Trump en nuestra nación caribeña para una
variedad de actividades, incluida la inversión en bienes raíces y hoteles.¿¿¿???
Las
disposiciones trumpistas pretenden ahogarnos de modos diversos, pero también
restringen aún más a las personas en Estados Unidos que desean visitar Cuba
libremente y con respeto y esas personas también las rechazan.
Estas
prácticas ignoran los llamados de numerosas voces condenatorias del bloqueo dentro y
fuera de Estados Unidos, incluida la inmensa mayoría de la comunidad
internacional.
Un
conocido adagio expresa: “Ten cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir” y tanto deseó
revertir a la Revolución Cubana que se convirtió en uno de los artífices de un
golpe blando en Cuba con cifras millonarias para la subversión aquí, pero a
todas luces, gracias a su instigación expresa o “por señas” se produjo un golpe
demoledor en Washington a la democracia,
criticado incluso por aliados del ya ex presidente.
Su
mensaje supremacista de odio y
descrédito hacia sus adversarios ahora le pasa la cuenta: furibundos seguidores
del magnate inmobiliario asaltaron el Capitolio, destruyeron y saquearon para
impedir el recuento final de los votos con el saldo de una mujer fallecida (Ashli
Babbit, una veterana del Ejército de EEUU junto al menos otras tres personas) y varios
heridos.
Total
¿para qué? a la postre el Congreso ratificaría
la victoria de Biden… ya se habla de
Trump como ex presidente, después de múltiples rupturas de sus partidarios (incluido Mike Pence, a quien quiso presionar para
cometer fraude) Trump cambia de “palo pa rumba” y promete una transición pacífica el ya inminente 20 de enero ¿será
verdad o se gesta una nueva jugarreta?
Como
decimos los cubanos está en púa, listo
para ser asado por muchas cosas, especialmente por Irán
cuyos dignatarios quieren llevarlo ante la corte jurídica internacional por el asesinato del General persa Qasem
Soleimani, del cual se vanaglorió el hombrín.
No hay aguja que repare esos burdos costurones.
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