domingo, 22 de noviembre de 2020

¡Mecachis en Ceuta!

Mudaba yo los dientes temporales cuando escuché a  un vecino de mi abuelo paterno, apodado el  Coronel, usar esa expresión, claro en un lenguaje vulgar  y lleno de diversos matices, cuando dijo: “Me cago en Ceuta”,  la frase me taladró los tímpanos teniendo en cuenta el vozarrón del falso militar y las resonancias que me sugería el nombre.

Supe más tarde que El Coronel conversaba mucho con ancianos que tuvieron relación con el  Ejército Libertador cubano y de ahí debió incorporar la expresión a su habla habitual.

Después la escuché  infinidad de veces durante siete décadas y, claro, la curiosidad me impulso a buscar, primero en el diccionario Pequeño Larousse ilustrado y después en varios buscadores de internet y supe  que era un prisión que con islas  Chafarinas, Cádiz, Madrid, Figueras y otras conformaban una red de mazmorras españolas que entre otras funciones sirvieron para  encarcelar a patriotas cubanos y de otros países latinoamericanas que lucharon por liberar a Cuba y otros pueblos  hermanos del dominio  colonialista  español .

Varios blogueros y publicaciones ceutíes coinciden en que “Me cago en Ceuta" es la frase con la que, muchas veces, se suele maldecir a lo divino y a lo humano en determinadas zonas de América Latina, principalmente en Argentina y Cuba, algo que por acá ya sabíamos.

 La frase tiene su origen en los años de los levantamientos independentistas en  nuestro subcontinente: Ceuta era lugar de presidio para muchos de sus líderes, en lamentables condiciones, de ahí que no guardaran un recuerdo precisamente agradable de su estancia en nuestra ciudad.

Los bloqueros y  peninsulares refieren que “Sólo revolucionarios cubanos de la independencia vinieron unos setecientos , más luego no dejaron de ser enviados otros a lo largo de todo el período que el antiguo presidio ceutí permaneció abierto,  en la época que tuvo más reclusos llegó a albergar más de  tres mil.

La mayoría ocupaban las galeras del Hacho; otros los llevaban al Cuartel Principal (Las Heras), a Las Balsas y talleres.

El Hacho, cuya cuesta entre los ceutíes, recibió el nombre de "El calvario de los cubanos". El único consuelo de nuestros criollos era que todos sus sufrimientos los hacían por Cuba. Terminada la guerra  , consiguieron la libertad. En la ciudad se vivieron los cantos de lamentos de estos hombres que lucharon para liberar su país, según escribieron: "Llenos de intensa alegría, por nuestra libertad…”, versos  que cantaban a coro.

Ceuta en Cuba es sinónimo de penurias, maltratos, hambre, vejaciones y muerte.

Bien atinado estaba El  Coronel cuando metafóricamente depositó sus heces  en esa   ciudad autónoma española, situada en la península Tingitana, en la orilla africana del estrecho de Gibraltar y  bañada por las aguas del mar Mediterráneo.

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