Según consideran entendidos el espiritismo siempre ha sido una práctica religiosa identificada con el pensamiento cubano independentista.
En su gran mayoría los fundadores de centros espirituales fueron miembros del Ejército
Libertador. Salustiano Olivera, el fundador de Monte Oscuro, era teniente del
Ejército Libertador y luego alcalde; Francisco Salgado fue también primer
teniente del Ejército Libertador…
Muchos de los que acompañaron a los precursores también eran miembros del Ejército Mambí, lo cual demuestra que existió una relación directa entre el pensamiento independentista y el espiritismo.
Según revela la enciclopedia colaborativa Ecured Francisco
Salgado Junto a Agustín Sánchez y Salustiano Olivera, fueron cofundadores del espiritismo de cordón en Cuba
Como en muchos sitios del Oriente cubano, en Zarzal,
consejo popular del municipio de Bartolomé Masó, el espiritismo de cordón era
fuerte en la segunda mitad de la década los años 50 “con mediumnidades de mucha
luz” recuerdan viejos pobladores .
En esa localidad la fe espiritista era bastante
difundida, a la sazón había en la localidad algunos centros, el ya mencionado,
otro antes de llegar al antiguo central Estrada Palma, el centro de Emilio
Castillo de Flores (dato curioso el de Flores era el apellido de su esposa) y
ostentaba el cartel Fuerza y Luz.
Existía el centro de Toribio en la carretera de Estrada
Palma por el camino de Botijal y otro en la misma vía, un local que pertenecía
a Margarita Ramos.
Corría el año 1958 del pasado siglo XX, tropas rebeldes
combatían en la Sierra Maestra y en las
ciudades al régimen tiránico de Fulgencio Batista, al poblado de Zarzal desde
podían verse las azuladas lomas del principal macizo montañoso cubano, llegó una
cuadrilla de casquitos y exigió a todos
los hombres del lugar a concentrarse en el parquecito de la localidad.
La horda era capitaneada e instigada por Juventino Sutil un antiguo residente del
poblado, quien militaba en el grupo paramilitar tigres de Masferrer, de
horrorosa recordación, los hombres fueron arrastrados a Manzanillo y algunas
jornadas después, inexplicablemente, pudieron retornar a casa ilesos.
Al regreso
varios de ellos asisten al centro espiritual de Inés Serrano, casi
enseguida llegan unos casquitos, uno de ellos toma asiento junto a Pablo César
Ferriol Peña y a bocajarro le pregunta
si conoce al propio Pablo César. “Lo conozco, pero hace muchos días que no lo veo”, responde el aludido.
La madrugada siguiente Pablo César enfilaba hacia la
Sierra Maestra cuyas suaves ondulaciones y después altos picachos
verdeazules se divisan desde Zarzal; él estaba muy comprometido con el Movimiento 26 de Julio del
cual era jefe de acción y sabotaje. Vivió una larga vida, cuando falleció, era teniente
coronel de la reserva.
Muchos vieron en el lance del centro de Inés como un
hecho de inspiración divina; otros como
una verdadera joya de agilidad mental, puede que haya de ambas, pero lo cierto es que aquello salvó
la vida a Pablo César
No hay comentarios :
Publicar un comentario