domingo, 9 de febrero de 2020

Nada no, ¡todo!

Mi padre gozaba de una erudición empírica para respetar, aunque esto parezca un contrasentido. En lo tocante a la Historia de Cuba, leía y analizaba todo material que le cayera a mano y qué bien sabía emplear sus saberes.
En literatura repasaba lo mismo prosa que verso y en este último lo hacía en alta voz que a veces se entrecortaba por la emoción que le ponía, sugerida por el texto… recuerdo esas lecturas mañaneras de domingo y las veces que  recordaba al mexicano Manuel Flores, amigo de Martí, con sus Pasionarias.
Le gustaba usar bien el idioma; la ortografía era el fuerte de  Rey Morales, quizás por eso ganó  un concurso nacional de  la disciplina instituido en 1961 por la Enseñanza obrero campesina.
Así nuestra familia conoció Varadero y su hotel Internacional, desde entonces un lujo.
No toleraba que la gente hablara mal a su alrededor y si no podía corregir el error se revolvía inquieto pero… tenía él  una muletilla era una especie de remache ¿tú  sabes? ¡Pero quien lo criticaba! Era autoritario y firme.
Con los años encontré esa muletilla en angloparlantes: Do yo know simplificado en You know, You know, You know ,You know…
Hay quien bombardea a su interlocutor con un ¿tú me entiendes? que puede incluso ofender  por la duda implícita de la inteligencia de la contraparte.
Pero hay una reiteración irritante el pronombre indefinido NADA como un trampolín  para responder a interrogantes y esa palabra niega todo lo bueno que pudiera expresarse.
Lo vemos o escuchamos en un deportista famoso, en una actriz joven, pero ya consagrada o en proceso de ello, un intelectual renombrado…
-¿Qué representa este quinquenio para su carrera deportiva?
- ¡Nada! concluyó exitosamente mi preparación para los centroamericanos, panamericanos y mundiales y ya estoy clasificado para la venidera olimpiada.
¿¡!?
¿Nada o todo?  ¿la gran cantidad de logros esbozados  representa acaso una nimiedad?, claro que no, pero  el entrevistado se deja llevar por la costumbre o la moda que incomoda.
¿O es que no se hizo un adecuado  trabajo de mesa?
Urge ser más cuidadosos por parte de las instituciones, por la propia persona y las cadenas u emisoras  pues  hay trayectorias dignas del mayor respeto que pueden verse ensombrecidas cuando una persona cabal  desbarata con su expresión lo bueno que ha hecho con sus músculos o intelecto.

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