![]() |
Imagen tomada de Internet |
La pertinencia del refrán que encabeza esta nota es obvia.
La red social Youtube publica una caricatura en la que el mandatario yanqui se asoma indiscretamente por encima del tan llevado y traído muro hacia el lado mexicano, adonde llegan las oleadas de migrantes de Centroamérica en huida de sus crudas realidades.
La publicación representa a un campesino que irriga un gigantesco cactus con forma de puño apretado del cual solo sale el dedo del medio en clara evidencia de desafío y algo más.
Sucede que al presidente norteamericano le dan urticaria los inmigrantes, los define como delincuentes y todo lo peor que se le pueda endilgar a un ser humano.
¿Por qué?, cabe preguntarse… será por su declarada xenofobia y aborrecimiento a lo diverso, por sus criticadas actitudes de supremacista blanco, por ser el tonto al que ponen el gorro de burro en la escuela?, Nada de esto último: es un sujeto desfachatado, “un descosí´o”, como dice un guajiro amigo de este comentarista.
¿O será que en el magnate atribuye a otros sus propios defectos lo que en Psicología se conoce como proyección? o será más criollamente que no resiste la cuña de su propio palo.
Sí porque Frederick Trump, el abuelo del presidente yanqui, ya barbero, llegó a Nueva York desde Alemania con una mano delante y otra detrás, vino a América a buscar fortuna, la encontró, aunque sus métodos no fueran siempre ortodoxos.
Levantó su riqueza con la explotación de pequeños restaurantes y pensiones en Seattle y otras ciudades; luego regresó a Alemania y se casó.
Algo muy significativo porque también retrata a su nieto presidente: cuando las autoridades germanas descubrieron que había emigrado muy joven para evitar el cumplimiento de su servicio militar, perdió la ciudadanía alemana; él y su familia regresaron a los Estados Unidos.
Biógrafos y, por cierto ningún izquierdista o comunista, aseveran que durante los siguientes ocho años, abrió varios locales de comida; primero en Seattle y, luego, en el Yukón, en varias poblaciones donde se vivía la fiebre del oro. Él hizo lo que se llamaba 'minar a los mineros', dicho en buen término arruinarlos.
Terminó yéndole muy bien. Cuando se fue del Yukón en el año 1900 tenía una fortuna fabulosa para la época
Algo inusitado: Un periódico local describía su negocio como apto “para hombres solteros del Ártico, con excelentes alojamientos, y mejores restaurantes, pero no aconsejables para mujeres respetables porque podían ser escuchar sonidos depravados que ofenderían sensibilidades”.
La fórmula se repetía en sus locales. Un bar, instalaciones para juegos de azar y zonas oscuras con cortinas de terciopelo, donde ofrecían sus servicios las conocidas sporting ladies… ¿qué deporte practicarían? más claro ni el agua, era sexo rentado
Al pasado del abuelo se suma el del padre, Fred Jr., quien recientemente fue vinculado con los grupos del Ku Klux Klan en los años 20 de Nueva York.
¿Donald Trump odia los migrantes porque podrían ser como su abuelo, al que algunos biógrafos tildan de proxeneta?
¿Donald Trump odia los migrantes porque podrían ser como su abuelo, al que algunos biógrafos tildan de proxeneta?
La copiosa llegada de extranjeros a Estados Unidos demuestra que desde que el Mayflower arribara en 1620 a la costa este de los actuales Estados Unidos, con los primeros peregrinos desde Inglaterra ha habido allí gente de todo tipo desde la mejor hasta la de más baja calaña.
Donald, cuando se hable de pillo es mejor que invoques a tu abuelo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario