domingo, 4 de agosto de 2019

Nieto de gato caza ratón

Imagen tomada de Internet 
La pertinencia del refrán  que encabeza  esta nota es obvia.
La red social Youtube publica una caricatura en la  que el mandatario yanqui se asoma  indiscretamente por encima del tan llevado y traído muro hacia el lado mexicano, adonde llegan las oleadas de migrantes de Centroamérica en huida de sus crudas realidades.
 La publicación  representa a un campesino que irriga un gigantesco cactus con forma de puño apretado del cual solo sale el dedo del medio en clara evidencia de desafío y algo más.
Sucede que al presidente norteamericano le dan urticaria los inmigrantes, los define como delincuentes y todo lo peor  que se le pueda endilgar a un ser humano.

¿Por qué?, cabe preguntarse… será por su declarada xenofobia y aborrecimiento a lo diverso,   por sus criticadas actitudes de supremacista blanco,   por ser el  tonto al que ponen el gorro de burro en la escuela?, Nada de esto último: es un sujeto desfachatado, “un descosí´o”, como dice un guajiro amigo de este comentarista.
¿O será que en el magnate  atribuye a otros sus propios defectos lo que en Psicología se conoce como proyección? o será más criollamente que no resiste la cuña de su propio palo.
Sí porque Frederick Trump,  el abuelo del presidente yanqui, ya barbero,  llegó a Nueva York  desde Alemania con una mano delante y otra detrás, vino a América a buscar fortuna,  la encontró, aunque sus métodos no fueran siempre ortodoxos.
Levantó su riqueza con la explotación de pequeños restaurantes y pensiones en Seattle y otras ciudades; luego  regresó a Alemania y se casó.
Algo muy significativo porque también retrata a su nieto presidente: cuando las autoridades germanas descubrieron que había emigrado muy  joven para evitar el cumplimiento de su servicio militar, perdió la ciudadanía alemana; él y su familia regresaron a los Estados Unidos.
Biógrafos y, por cierto ningún izquierdista o comunista, aseveran que durante los siguientes ocho años, abrió varios locales de comida; primero en Seattle y, luego, en el Yukón, en varias poblaciones donde se vivía la fiebre del oro. Él hizo lo que se llamaba 'minar a los mineros', dicho en buen término arruinarlos.
Terminó   yéndole  muy bien. Cuando se fue del Yukón en el año 1900 tenía una fortuna fabulosa para la época
Algo inusitado: Un periódico local describía su negocio como apto “para   hombres solteros del Ártico, con excelentes alojamientos, y mejores    restaurantes, pero no aconsejables para mujeres respetables   porque podían ser  escuchar sonidos depravados que ofenderían  sensibilidades”.
 La fórmula se repetía en sus locales. Un bar, instalaciones para juegos de azar y zonas oscuras con cortinas de terciopelo, donde ofrecían sus servicios las conocidas sporting ladies… ¿qué deporte practicarían? más claro ni el agua, era sexo  rentado
Al pasado del abuelo se suma el del padre, Fred Jr., quien  recientemente fue  vinculado con los grupos del Ku Klux Klan en  los años 20 de Nueva York.
¿Donald Trump odia los migrantes porque podrían ser como su abuelo, al que algunos  biógrafos tildan de proxeneta?
La copiosa llegada de extranjeros a Estados Unidos demuestra que desde que el Mayflower arribara en 1620 a la costa este de los actuales Estados Unidos, con los primeros peregrinos desde Inglaterra ha habido allí gente de todo tipo desde la mejor hasta la de más baja calaña.
Donald, cuando se hable de pillo es mejor que invoques a tu abuelo.




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