Es un hombre del llano;
pero admira, siente honda afinidad por la familia montañesa y contribuye al
mejoramiento de sus condiciones de vida.
Aldo Arévalo Fonseca, secretario
ejecutivo de la Comisión provincial del Plan Turquino en Granma, pulsa las
inquietudes, anhelos y logros del serrano, no solo en los recorridos periódicos
con las máximas autoridades del Partido y el Gobierno, por los seis municipios que integran el
programa, sino en el chequeo incesante persona a persona y por las llamadas
constantes que recibe.
Y tratamos de que tengan
solución y si no buscamos y ofrecemos respuestas, tanto en circunscripciones, consejos
populares municipios, en un círculo
social, en cualquier espacio… y esto propicia
credibilidad.
Este ingeniero agrónomo,
con una maestría en Dirección y Planificación
es oriundo de La Concepción de Babiney, entre este sitio y Jiguaní en un
lugar seco y liso como un plato, pero lleva ya 43 años vinculado a la montaña.
Permaneció una década en la dirección provincial de la
Anap, bajando y subiendo lomas, y un año adicional en la Delegación de la
Agricultura atendiendo café, cuatro años como primer secretario del Partido en
Buey Arriba, y después le solicitan sus servicios por dos años en la Comisión
provincial del Plan Turquino y ya lleva 24 junios.
Conoce de primera mano que
todas las medidas restrictivas
tomadas o amagadas en nombre de
la Ley Helms Burton provocan fuerte repulsa también en las cotas más altas, no solo por las implicaciones y carencias de recursos
para la sociedad, sino para nuevas inversiones, la escasez o carencia
de combustible, la amenaza a inversiones en las despulpadoras de café,
asimismo repercusiones indirectas, “de ahí el notable apoyo del serrano a la
decisión de nuestro gobierno de no permitir la aplicación del capítulo III.
“Hay una respuesta
efectiva con mayor producción de café y alimentos en la montaña y el avance en
distintos órdenes: la primera comienza a recuperarse mediante el uso de la
Ciencia y Técnica, la segunda es una
rica fuente en esas zonas altas, estamos tratando de que se acopie y
compre a los campesinos todo lo que produzcan, y hay medios para eso.
“El programa mular goza de
alta calidad, lleva seis años creciendo y ya contamos con cuatro mil 600 animales,
sumamente importantes como
medio de transporte y carga en esos lugares abruptos.
“El transporte automotor
muestra avances: existen 33 nuevos camiones Kamaz que prestan servicio a 85
rutas para beneficio de los 85 mil habitantes de las
serranías y nos queda seguir trabajando en la calidad de los viales.
“La situación económica
del montañés mejoró mucho desde 2015 por los beneficiosos
precios del rojo grano y otros renglones, por ello, de conjunto los montañeses
han percibido más de 100 millones de pesos.
“Es este un programa noble
que siempre tuvo presente en la
priorización de las zonas montañosas en el desarrollo económico y social.
Específicamente en la protección
a los pobladores y la reafirmación de los programas de la Revolución en
esas zonas elevadas, geográfica y patrióticamente”, enfatiza Arévalo Fonseca.
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