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| David apresó a Goliat |
Sucesivos
gobiernos de Estados Unidos se han comportado como el guapo del barrio, fundamentalmente
los del Partido Republicano, aunque los límites entre este y el Demócrata apenas pueda notarse.
Donald
Trump, la actual cabeza visible, bien despeinada por cierto, se la pasa bravuconeando
a los cuatro vientos, ladrando, buscando bronca con la presunción de que lleva
las de ganar.
Pero
analistas políticos aseguran que “la verdad verdadera”, como dice mi vecino
Márgaro, es que Estados Unidos no ha ganado ni una sola guerra.
Ciertamente
solo en el siglo XXI los gobiernos yanquis no han triunfado ni en un solo conflicto,
bélico o de intimidación y ahí están los ejemplos de Venezuela, Siria, Irán,
Rusia, China, Corea del Norte, Ucrania Afganistán e Irak.
Como plantea el prestigioso doctor en Filosofía tY Ciencias dela Educación de la Universidad Española de Barcelona, Carlos Santa María en un artículo de Russia Today
“Falsificar la historia no es tan difícil: hay que controlar el poder mediático para inventar fábulas o ficciones con el fin de demostrar lo inexistente y manejar los mecanismos para callar al contradictor.
“ Así, la irrealidad se convierte en verdad por arte de prestidigitación y las pantallas pueden mostrar un vencedor cuando en efecto ha perdido. Las confrontaciones son un buen ejemplo. (…)
“En este sentido, la incesante derrota del régimen estadounidense en las diversas confrontaciones en las que se ha involucrado, ha puesto de relieve la desesperación al no obtener victorias, ya que su estrategia va en contravía del espíritu soberano de los pueblos del mundo que se han alzado ante la opresión de gobiernos transnacionales.”
“Falsificar la historia no es tan difícil: hay que controlar el poder mediático para inventar fábulas o ficciones con el fin de demostrar lo inexistente y manejar los mecanismos para callar al contradictor.
“ Así, la irrealidad se convierte en verdad por arte de prestidigitación y las pantallas pueden mostrar un vencedor cuando en efecto ha perdido. Las confrontaciones son un buen ejemplo. (…)
“En este sentido, la incesante derrota del régimen estadounidense en las diversas confrontaciones en las que se ha involucrado, ha puesto de relieve la desesperación al no obtener victorias, ya que su estrategia va en contravía del espíritu soberano de los pueblos del mundo que se han alzado ante la opresión de gobiernos transnacionales.”
En
Venezuela, por ejemplo, la
administración Trump mandó al chiquillo recadero Juan Guaidó a meterse con un mayor,
para supuestamente salir en su defensa… tras tanta derrota le dijo: “Vámonos, que esto
cada vez se nos complica más”
Pero
todavía en la memoria queda que en 1961 Cuba, con escaso armamento les midió las
asentaderas con plomo en Playa Girón y nadie
la olvida la paliza de Viet Nam, salvo el cine
estilo Rambo que es donde único
los “americanos” han ganado sus beligerancias.

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