La Bandera de los nuevos jinetes del Apocalipsis. Foto Magazine Kritica |
La
primera parte del capítulo sexto del llamado libro de la Revelaciones describe los
Jinetes del Apocalipsis como cuatro
caballeros que según la interpretación más difundida representan símbolos de la conquista, la guerra, el hambre
y la muerte.
El
primero monta caballo blanco, sobre él tenía un arco para alcanzar grandes
distancias, le fue dada una corona, y salió vencedor,
El
corcel rojo o alazán es montado por de
la guerra, a este se le concedió quitar
de la tierra la paz para que los hombres
se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande.
Es
oportuno destacar que el padre Leonardo Castellani erudito religioso, escritor y periodista argentino,
advierte que ante dos guerras mundiales
parece como si el mundo se prepararse para una tercera ¿pura coincidencia con la actualidad?
El
jinete del hambre montaba caballo negro y
tenía una balanza en la mano.
Según
refiere el propio libro del Apocalipsis una voz decía: «Dos libras de trigo por un
denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el
vino”, se entiende generalmente como la hambruna. El jinete lleva un par de
balanzas o básculas de pesaje, lo que indica la forma en que el pan se pesa
durante una hambruna.
Esto
podría sugerir una continua abundancia de lujos para los ricos, mientras que
alimentos básicos como el pan son escasos, aunque no totalmente agotados.
El
que montaba el caballo de color bayo tenía por nombre Muerte,
y lo seguía el Hades (Señor del inframundo entre o griegos) y les fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre,
con mortandad y con las fieras de la tierra.
Otros
nombres se aplican a este caballero:«pestilencia» o «peste», sobre la base de
traducciones alternativas de la Biblia. A diferencia de los otros tres, no se
describe con un arma u objeto, sin embargo, las ilustraciones lo muestran
principalmente con una guadaña.
El
color del caballo de la Muerte a menudo se traduce como «pálido», aunque
«ceniciento», «verde claro», y «verde amarillento» son otras posibles
interpretaciones, siempre un color indicativo de la palidez enfermiza de un
cadáver.
Otros
escritos hablan de un quinto caballo púrpura, que simboliza el desenfreno.
Después
de esta introducción necesaria… veamos los caballeros de la modernidad.
Los
nuevos jinetes del Apocalipsis visten trajes de reconocidas marcas, por lo
general usan corbatas rojas, según sus cargos han sido diplomáticos, empresarios,
militares… tienen en común la renovación de la doctrina Monroe; “América para
los (nort)eamericanos”… pero en general son halcones de la guerra que “plagan
continuamente a la humanidad de miserias en nombre de la libertad”, como
asegurara tan sabiamente Simón Bolívar hace casi dos siglos.
Los
nuevos jinetes son: Donald Trump, cuya asunción a la presidencia es
inexplicable, fraudulenta, solo posible por el desmedido uso de las redes
sociales y de los millones gastados en la
campaña, caracterizada por un nacionalismo a ultranza que en su propio
país desfavorece a pobres y minorías raciales y como es lógico beneficia a sus
cúmbilas millonarios y guerreristas, se ha hecho rodear de un equipo de aves de presa que pretenden hacer grandes a los Estados Unidos o retomar
el antiguo poderío unipolar, a costa de otros.
El
resto del equipo lo integran: Elliott
Abrams quien trabajó para los presidentes
ultra reaccionarios Ronald Reagan y
George W. Bush. Abrams fue condenado por el escándalo Irán–Contra mientras
servía a Reagan, pero fue indultado por George H. W. Bush. Actualmente trabaja
en el Consejo en Relaciones Extranjeras.
Michael
Pence quien, desde el 20 de enero de 2017, es el vicepresidente número 48 de los Estados Unidos
Mike
Pom-peo (el guión diacrítico es nuestro) secretario de Estado del presidente
Donald Trump,
John
Bolton, consejero de seguridad nacional.
Marco
Rubio miembro del Partido Republicano y
actual senador por el estado de Florida.
Estos
son los nuevos Jinete(ro)s del Apocalipsis, difícilmente se les podría atribuir
respectivamente uno de los caballos del libro de las Revelaciones porque todos
comparten las mismas cabalgaduras, todos quieren “castigar” a la humanidad que quiere autodeterminación,
todos quieren robar las riquezas de otros.
Si
según el Apocalipsis el fin del mundo era previsible y necesario, debido a los pecados
de la humanidad, estos quieren destruir todo para “reconstruirlo” con las
consiguientes ganancias para sus propios bolsillos.
Mírese, si no, lo que ocurre hoy en Venezuela y el papel de
estos desmadrados como se decía antes en mi barrio a quienes no tenían control que castigara sus diabluras.
Hay
muchísimas experiencias previas del
accionar de estos caballeritos, Libia, Siria y antes; algo que está en la
médula de los gobernantes norteamericanos destruir el patrimonio cultural de la
humanidad, como ocurrió en Irak.
“La
ciudad de Bagdad fue considerada como el París del mundo árabe en términos de
cultura, arte, ciencia y educación. La destrucción de todas estas
infraestructuras sociales y económicas de Irak por la invasión estadounidense
así como el asesinato sistemático de académicos y el desmantelamiento de las
instituciones del Estado han tenido por objetivo despejar cualquier resistencia
a la penetración imperial económica y un control absoluto de las
multinacionales y otras corporaciones Occidentales”.
(James Petras Profesor emérito de
Sociología en la Universidad Binghamton de Nueva York)
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