domingo, 3 de marzo de 2019

Bolton, difamador por excelencia





En el nuestro y otros barrios latinos, las niñas aun a su poca edad, tenían un antídoto muy efectivo contra quienes se dedicaban a pregonar falsos rumores, como si obedecieran a una voz de mando acorralaban a la acusada y le gritaban: “Chismosa, bretera, nariz de cafetera”…





Estas ofensas hacían que más de una reflexionara antes de emitir un mal juicio, pero a nivel global hay quien nunca aprende: el propio Donald Trump es un mentiroso habitual, es más, un enredador que mantiene un uso diabólico de la red social Twitter que incluso acusa a la prensa de su país, hasta la más objetiva, si cabe el término, de falsear la realidad y se autoproclama (le ha gustado el vocablo) “campeón de la más absoluta y única verdad” (irónico, ¿no?)


Además, se ha rodeado de un equipito que se las trae, como Rex Tillerson, los Mikes: Pence y Pompeo y hasta del senador de origen cubano Marco Rubio, pero el mas alborotador es John Bolton.


Este personaje siempre quiere ser noticia y cuando no las hay, las teje al vuelo


En contubernio con la ultraderecha de origen cubano de la Florida,”Johnny” Bolton mantiene una retahíla de provocaciones y agresiones contra nuestro Verde Caimán.


La más conocida de sus manías contra Cuba fue un discurso en el año 2002 en el que declaró a La Habana como parte del “Eje del mal”, el grupo de países que podía ser “bombardeado en cualquier momento” por el gobierno de Bush.


El entonces Subsecretario de Estado para el Control de Armas y la Seguridad Internacional acusó al Gobierno cubano de poseer, al menos, un programa para el desarrollo de armas biológicas de destrucción masiva.


Todo el que conozca el prestigio de los científicos criollos y el historial de victorias de nuestra biotecnología, sabe que en ese entonces ya se habían logrado vacunas y tratamientos con nivel de países del primer mundo, pero Bolton utilizaba esos enredos para justificar una posible agresión.


Fidel , en su momento, calificó de “embuste y engaño” la aseveración del entonces Subsecretario de Estado y recalcó la ejemplaridad de los científicos de aquí.


El martes último mientras observaba con atención el programa Con dos que se quieren (III ) conducido por Amaury Pérez, unos 16 años después del infundado chivatazo de Bolton, sobre el que no se presentó prueba alguna; las únicas “armas biológicas” que existen en Cuba son las diseñadas para combatir enfermedades y de ello son pruebas fehacientes el Heberprot-P, y el doctor Jorge Berlanga quien encabeza el equipo que lo creó y me sentí mucho más orgulloso de ser cubano y bayamés coterráneo del doctor Berlanga, pero aún más de la hidalguía y desinterés de este y muchísimos científicos nuestros que desbaratan con su estudio, consagración y altruismo a los alborotadores de Trump, Bolton y su camarilla.


Los propios estadounidenses pueden beneficiarse con medicamentos únicos creados en la Isla para tratar enfermedades como la úlcera del pie diabético y el cáncer de pulmón


Varias instituciones científicas norteamericanas y políticos de ese país han manifestado su interés por mantener intercambios con el sector científico y biotecnológico cubano, el cual está a la vanguardia entre las naciones en desarrollo.


El nombramiento de Bolton como nuevo asesor de Seguridad nacional ocurre en momentos en que las relaciones Cuba -Estados Unidos muestran signos inequívocos de retroceso, a pesar de que la inmensa mayoría del pueblo norteamericano es partidario de mejorar los lazos.


Asimismo, llega en medio de una nueva compaña contra Cuba en la que se han utilizado pretextos y pruebas sin evidencias científicas para justificar medidas unilaterales que afectan cientos de miles de personas en uno y otro lado del mar y obstaculizan el intercambio en temas de interés mutuo, recordemos el tristemente célebre caso de las supuestas agresiones sónicas a diplomáticos norteamericanos que sirvieron como pretexto para el cierre casi total de la embajada norteña en La Habana.


Es oportuno recordar que cuando John Bolton fue nombrado por el presidente Trump como su nuevo asesor de Seguridad Nacional, no fueron pocas las voces que se opusieron dentro de los sectores más liberales porque Bolton, quien también fuera embajador ante la ONU, es un defensor a ultranza del uso de la fuerza militar para resolver las crisis en el extranjero.


Bolton se ha mostrado más a la derecha que el propio Trump. Ha pedido una postura más dura frente a Rusia, mientras Trump ha enfatizado en la necesidad de tener buenas relaciones con el presidente Vladímir Putin.


Frente a la crisis de Venezuela, el asesor se ha convertido en la punta de lanza de la estrategia de Donald Trump. En su última entrevista, citada por Reuters, dijo que la intervención militar en Venezuela "no era inminente" pero reiteró "que todas las opciones estaban sobre la mesa".


En uno de sus últimos mensajes en Twitter hizo un llamado especial y en español a los militares que todavía respaldan al presidente Nicolás Maduro para que desertaran y le retiraran su apoyo al presidente legítimamente electo.


Con casi 70 años en sus espaldas ha sido funcionario de distintos gobiernos y “diplomático en la ONU, pero no como embajador de buenas voluntades, sino como ejemplo de la diplomacia de los misiles; durante su larga carrera política cuentas algunos analistas y biógrafos que se ha comportado como sumiso ante los superiores e implacable hacia los subordinados, conociendo su historial, este supremacista blanco debe haber escalado posiciones metiendo chismes y enredos.


¡Qué se cuide de las niñas de su barrio, no sea que le griten las verdades en su cara de halcón guerrerista y de carácter abrasivo como lija gruesa!



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