martes, 25 de septiembre de 2018

Judas Almagrote


Hace  ya varias décadas para diversificar las pinturas de lechada de cal se le incorporaban pigmentos varios, entre  ellos uno colorado y de consistencia terrosa que debía ser utilizado con cuidado porque podía arruinar una casa, de no usarse con el debido tratamiento daba lugar a paredes desvaídas, feas… o sea que se desteñía con el paso del tiempo.

Lo mismo ha ocurrido con Luis Leonardo Almagro Lemes que tuvo una militancia izquierdista destacada  en la política uruguaya en la coalición denominada Frente Amplio, fue canciller en el gobierno del   dignísimo político y presidente de ese país José Mujica desde 2010 hasta 2015 y en ese  propio año asumió como presidente de la Organización de Estados Americanos, la tristemente célebre OEA y allí prometió llevarla adelante como representante de los pueblos latinoamericanos, según sus propias palabras.
Nada más lejos de la verdad en cuanto agarró el “mameo”, como le llamaba un guajiro amigo al ejercicio del poder, al igual que Judas Iscariote quien traicionó a Jesús por 30 monedas de plata “Lucho” Almagro traicionó a toda la izquierda latinoamericana que  a semejanza de su par bíblico había besado para fraguar su traición.
Desde entonces se ha sumado a las peores causas injerencistas a la sombra de Washington y en consonancia con la “Desorganización de Estados Americanos”, para ello se ha empleado a fondo para dividir a la comunidad de naciones latinoamericanas y caribeñas,  contra los procesos revolucionarios y sus líderes y en franca  conspiración contra la izquierda de donde salió por desgracia.
Pero el superobjetivo de Almagro es contribuir al derrocamiento del legítimo gobierno bolivariano de Venezuela así que llama y reclama una intervención militar como ya hizo en Cúcuta ciudad fronteriza con Colombia ante guarimberos venezolanos, como él pagados por Estados unidos y la oligarquía venezolana, según imágenes eso fue un reality show de  pésimo gusto algo así como “Volverías con tu ex? aquel teledrama chileno.
Almagro es culo y camisón con Donald Trump en su obsesión antichavista en pos de una democracia que ni él mismo se cree y que pretende forjar mediante el derramamiento de sangre como ya alentó en la Patria de Bolívar y sigue alentándolo a una escala mayor.
Pero cuidado, Luchito, que si Judas recibió 30 monedas por su perfidia a 
Jesús, tu recibiste millones y de esas felonías no se olvidan los pueblos, desde ya estás condenado por la Historia.

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