domingo, 15 de julio de 2018

Costumbres y supersticiones sobre el embarazo


Muchas y variadas son las costumbres e incluso supersticiones que surgen  en Cuba cuando una mujer espera un hijo; no importa cuántos años han pasado ni que la modernidad ha cedido paso al oscurantismo.
Cuando una mujer queda encinta el hecho es pasto fértil para todo tipo de conjeturas, amigas o no tan amigas van raudas a visitarla y a darle consejos no siempre solicitados para que lleve a feliz término su alumbramiento.
Muchas personas aconsejan que la casi parturienta se dé baños de determinadas plantas, hojas o raíces, recuerdo que cuando estaba por nacer mi hija más pequeña Leoncio,  un amigo de las ventas de Casanova,   le recomendó a mi mujer que se diera baños de roble para que diera a luz de manera expedita y así fue, pero hay infinidad de plantas que están probadas por su eficacia en la dilatación y parto.

Mitos los hay en cantidades industriales, por ejemplo Ileana, mi única hermana nació con una mancha roja en la parte alta del cráneo y una más pequeña sobre una de sus aletas nasales, entonces las amigas de la vieja decían que se había tocado la barriga durante una noche de eclipse de luna… “peor hubiera sido de sol pues entonces sería una mancha negra” aseguraban.
También decían que la embarazada debía mirar siempre cosas lindas para que el bebé le saliera de esa forma, por lo que ella se cohibía de poner sus ojos en personas feas.
Otra conseja explicaba que había que sacar del hospital  al niño o niña vestido de amarillo, porque eso daba buena suerte, lo curioso   es que las nuevas embarazadas y paridas se suman a la tradición.
Otras  viejas explicaban que cuando una parida no quería dar más pecho pusiera al sol un paño  manchado de leche materna y para curar las diarreas del llamado resfrío de los recién nacidos se presentaba un pañal sucio ante el Astro rey y muchos aseguran que es efectivo.
 Muchachas de este tiempo aconsejan a sus amigas que las primeras uñas cortadas a un bebé deben guardarse entre  las hoja de un libro para que este sea inteligente, poeta,  amante de los libros y si lo hacía en una mata de rosas, el pequeño o pequeña sería artista.
Pero lo más asombroso es que cuando un persona elogia a un niño la madre u otro familiar  dice automáticamente una frase para contrarrestar el tan llevado y traído mal de ojo:”malditos sean tus ojos”, aunque hay algunas que lo dejan escapar de modo audible y pueden hasta buscarse un problema.
Esos hoyuelos que algunas persona tienen en la barbilla o mejillas y que la mayor parte de las veces pueden constituir marcas genéticas, algunas comadres se empeñan en fabricarlos contra natura podría decirse; yo mismo que tengo unos hoyos en las mejillas que con los años se van convirtiendo en zanjas, fui agredido por una vecina que casi  me unió un carrillo con el otro y orgullosa me decía cuando niño: “Esos hoyitos te los regalé yo”.
Con todo, es muy interesante este tema de los  recién nacidos ¿del ombligo? Esto puede tener un capítulo aparte.

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