domingo, 5 de febrero de 2017

La Cambuca

Esta foto tomada de Internet muestra la cambuca en el aire, después de ser golpeada
Este es uno de los juegos tradicionales cubanos, pero en honor a la verdad creo  la denominación   puramente bayamesa pues Rey,  mi viejo, nativo del vecino poblado de Veguitas, muy cercano a Yara, y tabaquero muy leído le decía quimbumbia como se le conoce en casi todo el resto del país.
Eran muy pocos ingredientes para jugarlo, un palo como de unos dos pies (el bate) y otro chiquito,  a veces de escoba pues debía ser duro y resistente por los “traumas”  sufrido, era  aguzado por las puntas,  el bateador le preguntaba al  capturador, especie de multioficio entre pitcher y jugador de field : “¿le doy?” Y cuando al otro le parecía gritaba: “¡dale!” Y el primero bateaba.

El batazo o palazo como se prefiera era de  un modo sui generis: al golpear  uno de los extremos aguzados el palito subía, entonces  se le daba el segundo palazo,  si era bueno, era una especie de hit, el bateador permanecía dentro de un círculo llamado “la olla” y el otro jugador podía cogerlo de fly y hacer out o de picot (una especie de short baun) y entonces tiraba a la olla y si la

cambuca caía dentro era out, pero si quedaba fuera y  no   calculaba  a cuantas brazas había caído llegado y el otro debía medir con el bate y si acertaba era out también.
Cuando el bateador iba a ejercer su derecho podía pedir “con  sube y baja” si picaba en un árbol u objeto alto, el otro  tenía supuestamente debía  medir ahí también por lo  el “cogedor” si podía  pedía “sin sube y baja”…era un juego muy movido, divertido, económico, pienso que era especial para niños pobres (solo dos pedazos de palo)  y muy   peligroso.
Peligroso sí, por muchas heridas causaba el bateador si cogía al compañero por un “mal lugar”, yo mismo recibí un fuerte golpe sobre la ceja por lo que luzco allí un pequeño punto blanco… y Concha mi vieja, me lo prohibió tajantemente y no podía ni ser observador porque   otros muchachos perdieron hasta un ojo, por eso uno del barrio recibe todavía el nombre de Coche apaga´o….
Como todo juego tradicional aparecía en diferentes momentos o épocas del año, desaparecía por un período y volvía a surgir, después de alternar con el trompo, las bolas, las cometas (papalotes) todo eso era por el día, al resistero del sol cuando” los perros no obedecen al amo como he oído decir a muchos campesinos.
Por la noche , no teníamos ningún empacho a jugar con las hembras en una plazoleta que había delante de mi casa y la vecina y ahí se oían las voces y cantos infantiles entonando Alánimo, La señorita ó señorito-se diría ahora-, La torre ancha de San Fernando, a la luna mayor, hasta que a eso de las nueve los gritos de las madres lanzaban el inviolable toque de queda


No hay comentarios :