Por mis razones tecnológicas este
trabajo sale tres días después que debió publicarse.
Este día de los padres, desde el mismo amanecer, muchas felicitaciones acariciaron
el rostro y rodearon los hombros de Esmérido Ramos Núñez, quien es como el
progenitor de todos los habitantes de
Guasimabito.
Aún convaleciente
de una grave enfermedad asumió como delegado de la circunscripción 5 donde está asentado este barrio que vio nacer
a la mayoría de los electores de Ramos
Núñez.
Con
su hablar pausado y una bondad sobresaliente tuvo un destacadísimo accionar
como presidente del consejo popular Corojo, hoy por razones de la grave
dolencia hubo de dejar esa responsabilidad, y aunque dice que marcha “a media máquina”, no
desmaya en enrumbar a su gente hacia el desarrollo.
Este
padre comunitario no solo da consejos sino que tiende su mano callosa y su talento campesino a quien lo
necesite; Guasimabito en un sitio donde el problema de uno es el de todos
como lo han refrendado sus vecinos desde
1969 cuando fue fundado el asentamiento.
Esmérido gusta de leer y
consultar libros y agarra por los pelos cualquier cita ingeniosa, por eso
valorando a su poblado dice: “esto es como Fuenteovejuna: aquí todos lo
afrontamos a una voz y una acción, como el poblado que mató al Comendador del
rey por su crueldad y no pudo ser enjuiciado porque su unión los salvó”, evoca
Esmérido.
Esmérido
es un puntal en la vida de su comunidad y un hecho demostrativo de eta aseveración
es que sus gestiones, primero como presidente de consejo popular y más tarde
como delegado de circunscripción florecieron en una operación que cubrió
necesidades y cuyo resultado era añorado por todos: este barrio fue conectado
recientemente el Sistema Electroenergético Nacional, por tanto todos sus
habitantes gozan de los beneficios de una electricidad de alta calidad, estable y más barata que la de tendedera cuyos
ciento de metros de cables defectuosos la encarecían.
La
tendedera desde el barrio El Corojo apenas garantizaba el servicio eléctrico,
las luces parecían cocuyitos y los habitantes no pudieron beneficiarse con la
Revolución energética; “actualmente todos los rostros muestran alegría,
mediante créditos ya muchos acceden a los equipos electrodomésticos antes
vedados por la carencia de una infraestructura eléctrica” dice el delegado.
El
asentamiento, perteneciente al consejo popular Corojo, está ubicado en la periferia de la cabecera
municipal de Bartolomé Masó y desde hace muchos años el planteamiento sobre el
particular era punto fijo en el orden del día de las asambleas de rendición de
cuentas del delegado ante sus electores
“ahora pudimos darle la respuesta más efectiva”, dice quien ha abrazado hoy y
todos los días a muchos de los más de 400 habitantes que tiene el consejo de El Corojo en Bartolomé Masó,
antesala de la Sierra Maestra.
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