domingo, 24 de enero de 2016

Vía de la ironía



Es solo un segmento enmarcado entre las calles Paseo General García y Céspedes, pero tiene una vitalidad gastronómica que muchas rutas más largas envidiarían.
Y precisamente ahí radica una ironía descomunal: muchos la llaman El callejón del hambre, cuando brinda  una de las más socorridas formas de merendar o acaso de  almorzar de quienes  viven y/o trabajan en los alrededores, pues sus bajos precios le hacen una injusta competencia a los restaurantes de la zona.
Una decena y a veces veintena de carritos expenden helados, toda suerte de frituras y fritangas,  e incluso las casi desaparecidas minutas de pescado que hacen las delicias de sus adeptos.

¿Cómo surgió? Ante el deterioro ambiental que sufría el Paseo en las  festividades de las denominadas Noches de la Cubanía, las autoridades locales decidieron retirar los puestos de ventas de comida de la  central Plaza de la Revolución y del propio Paseo… puntos y carritos empezaron a llenar laterales de la calle Saco, pero hace cerca de una década a alguien se le ocurrió acertadamente utilizar la única cuadra de la calle Luz Vázquez y Moreno, efectiva solución.
Los visitantes de otros municipios,  provincias y “foráneos foráneos” se maravillan de que en tan poco espacio haya  dinamismo tal, por eso no se olvidan de eternizarlo en sus cámaras antiguas, o de última generación, acaso como algo pintoresco que los habitantes no “vemos”.
Claro tiene sus detractores, por ejemplo quienes como yo evitan comer grasas saturadas, pasan de largo mirando de reojo una empanada con esa mezcla de rabia y admiración con que nuestro Enrique Núñez Rodríguez definiera   la envidia.  
Desde muchísimo antes de escribir esta viñeta sabía que me enfrentaba a una inusual  muestra de la toponimia, (parte de  la onomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar)  pero al consultar la Wikipedia, donde cualquiera pone lo que quiere, comprobé que es realmente especial.
Y los es porque  no describe  o enumera  ninguna característica física del lugar, sino que resulta especialmente sobresaliente o relevante el sarcasmo con que le pone apodo.
No tiene  su origen en nombres de persona o derivados de ellos como sucede con la calle original: Luz Vázquez y Moreno, en honor de la linda trigueña que inspirara la famosa canción “La Bayamesa”, cuyas notas sirvieron años después para, cambiando su letra, exaltar el ánimo de los valientes libertadores cubanos de Carlos Manuel de Céspedes, tampoco el actual nominativo desciende de voces  de origen desconocido, generalmente procedentes de nombres comunes antiguos.
… a decir verdad, eso de Callejón del hambre no tiene pies ni cabeza.

No hay comentarios :