domingo, 22 de noviembre de 2015

¡Otra vez el ruido institucional?



He visto abordar la queja relativa al ruido proveniente de instituciones recreativas   en diversos medios masivos de comunicación,  especialmente en Acuse de recibo de Juventud Rebelde, también en las redes sociales; yo mismo lo he criticado hasta la saciedad, pero… ¡no hay  reacción!
Según puede observarse en esas secciones de atención a lo lectores, eso ocurre a lo largo de nuestro archipiélago, se les da el consiguiente “fuacatazo” periodístico… la cosa se aplaca unos días , pero después de un tiempo recomienza, y a veces con más intensidad que antes.

Cubanos, ¿es que a nadie le duele, salvo a los afectados? Recordemos que eso es cuestión de los gobiernos municipales, los agentes de orden interior, e incluso  de las organizaciones de masas en cada cuadra, y nadie, nadie, reitero, puede sentirse ofendido porque se le llame la atención.
En Bayamo, capital de Granma  hay varios centros nocturnos, y algunos  coexisten con casas de viviendas, pero abiertos, donde se escuche la música a todo dar, descuella el hermoso complejo denominado Guajiro natural, en honor a Polo Montañez,  ubicado en una céntrica arteria.
Al fin cabaret, ostenta un decoroso show,  con artistas locales e invitados y entonces suben los decibeles, “qué mal no”, como diría Mario  Segura el carismático malo de la telenovela El Secretario.
Roberto, uno de los vecinos que tiene los altos decibeles dentro de su casa ha ido a conversar con directivos del local, pero no ha tenido éxito, la ha hecho con el disc joy, quien incluso cuestiona el derecho del vecino a quejarse.
 “Ya estoy cayendo mal, pero nadie me hace caso”, “Uno de mis hijos, en exámenes, apenas podía estudiar porque aquello aturde”, expresaba otro vecino.
Si un particular pone la música alta y se quejan sus colindantes de seguro recibirá a merecida multa, mi pregunta es ¿Para las entidades estatales no hay medidas? ¿Allí puede hacerse lo que se desea?
Claro que no, sí existen leyes y regulaciones que deben  ser observadas, recordemos que la ley obliga de por sí, no quebrantarla es civilizado, urbano, humano.


No hay comentarios :