Derecho al producto… y a la información

Cuando escasea un producto de primera necesidad o de alta demanda, es imperativo que la población sepa a qué obedece la carencia.

A principios de febrero fue el pan. Entonces, equipos de los medios informativos locales buscaron respuestas e informaron profusamente sobre el asunto, pero no siempre fuimos objetivos.

La Empresa Alimentaria sufrió una carencia de harina –extensiva a todo el país- lo que impactó notablemente en el pan normado; cuando lo fue resolviendo pagó sus deudas.

Afortunadamente la “Cubana del Pan” no experimentó el mismo problema; lo suyo obedecía a rotura y reparación de establecimientos, ya en franca solución.

Había que seguir el rastro hasta los transportistas y, evidentemente, los atrasos no fueron imputables a la unidad empresarial de base de Ferrocarriles Granma, por lo que sus directivos se sienten urgidos de aclaraciones de su homóloga de Santiago de Cuba.

Casi de modo simultáneo la carencia alcanzó a un alimento tan demandado y popular como el huevo, pero no existe aún una respuesta contundente que explique la real causa; en los últimos días las esporádicas entregas han sido algo más puntuales.

Otro tanto ocurre con los tabacos, altamente dañinos, pero demandados por un  segmento poblacional nada despreciable, hoy los puros asemejan al popular Zorro de las Aventuras, al aparecer y desaparecer por sorpresa.

Esto último es más incomprensible aún, porque  Granma sobrecumplió su entrega a la producción nacional; la gente lo sabe y se pregunta en vano: “¿dónde están?”

Cuando suministradores-comercializadores   sufran una insuficiencia sustancial, no deben esperar a que los “machaquen” informativamente, sino ponerse en contacto con los medios y explicar, o suministrar fidedigna información a sus unidades minoristas para informar a viva voz; en el caso nuestro, siempre al lado del latir popular hemos de escuchar, indagar, comprobar los datos y por supuesto comentar, mover la opinión: si la situación es grave, el pueblo tiene capacidad para comprenderla; si está en manos de todos o algunos de los actores, solucionar los problemas.