domingo, 18 de enero de 2015

Recuperación valiente



Es doloroso ver perder una cosecha, un familiar querido o una parte importante del trabajo que nos da sustento y vida.
Eso ocurrió a los  trabajadores agroindustriales del central Roberto Ramírez, en el sur profundo de la costa granmense, por eso y por el amor arraigado de los azucareros a su sector y a su fábrica de riqueza dulce no se conceden un minuto al descanso para revertir los estragos de un incendio que destruyó gran parte de la planta eléctrica de esa fábrica niquereña en la noche del último lunes.
Mi vecino Pedro Rosales casi fue testigo presencial, experimentado chofer de aseguramiento de la empresa azucarera Granma, ese día debió “rutear” mercancías a distintos puntos, el último por más alejado fue Niquero.

Cuando llegó acababa de ocurrir la desgracia, mientras trabajaban los peritos todo el mundo aguardó disciplinadamente, pero en cuanto se permitió la entrada trabajadores, familiares y parte de la población fueron a ayudar como pudieron.
Caras tiznadas, torsos sudorosos demolieron lo que quedó inservible, no conocieron descanso hasta escombrearlo todo, hasta retirar los trozos de hierros retorcidos… hasta dejar limpio el entorno.
“Recuperación”,  “Hacer azúcar lo más pronto posible” y “Tirar pa´lante”, son desde entonces  las frases en boca de todos (incluidos directivos de la Empresa Azucarera  Granma y especialistas del grupo azucarero Azcuba) quienes las conjugan con la práctica restauradora y el apoyo a la reinstalación de  los equipos dañados.
Aunque las pérdidas son cuantiosas, desde el primer momento los agroindustriales sintieron el apoyo incondicional de sus camaradas de otras unidades empresariales.
Gregorio Álvarez, director del central afirma que colapsó un turbogenerador completo, pero ello no impedirá que el central niquereño vuelva a moler con eficiencia.
Los efectos del siniestro y la envergadura de las labores restauradoras obligan a los directivos de la empresa a un rediseño de la zafra, en pos de minimizar pérdidas, en ese y otros ingenios.
Leovis Mesa, director de la empresa Azucarera Granma afirmó que la gramínea de los campos niquereños engrosará  molidas en “Enidio Díaz”, asimismo  desde Campechuela  partirán equipos y materia prima para “Bartolomé Masó” con actual déficit en medios de transporte y maquinaria para corte mecanizado.
Aunque aún se esperan las conclusiones del dictamen pericial, una falla en las válvulas de generación de vapor –no imputable al factor humano-que provocó una excesiva aceleración de un rotor lo cual generó el fuego.
Tras mitigar el calor del incendio un fuego nueve inflama mentes y pechos: el de volver a ser útiles produciendo azúcar como gustan: con presteza y calidad.

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