Podría
parecer modesto el avance en la preservación del patrimonio bayamés desde
que nuestra ciudad cumpliera medio
milenio, el año pasado, hasta este 5 de noviembre, pero la realidad dice lo
contrario.
En
este lapso nació y cobra fuerza la Oficina del historiador de la ciudad como
parte de una red de las villas fundacionales cubanas cuya génesis y guía está en la emblemática institución presidida por Eusebio Leal.
Acaso
el mayor logro -pero no el único- en este intervalo sea la terminación de un
inventario de viviendas de valor patrimonial que
arrojó el impresionante saldo de 124 inmuebles salvados de la Quema gloriosa de enero
de 1869 y de la destrucción posterior hasta 1910.
inventario de viviendas de valor patrimonial que
arrojó el impresionante saldo de 124 inmuebles salvados de la Quema gloriosa de enero
de 1869 y de la destrucción posterior hasta 1910.
La
más antigua de estas casas data de la lejana fecha de 1710, una verdadera joya
patrimonial, además estas edificaciones privadas junto a ocho institucionales,
suman 132 con un total de 304 habitaciones que
convenientemente preparadas serían un filón para alojamiento con destino al turismo, al estilo
de Trinidad.
Poder
censar este centenar de casas representa
un auténtico logro si
tenemos en cuenta que otras localidades descollantes por su desarrollo turístico
no sufrieron los rigores de un incendio
devastador, súmese a ello que desde 1975 ha sido significativa la demolición
de antiguos edificios por el auge
constructivo, ya característico de esta urbe, y la poca conciencia de los
moradores o la falta de materiales o
presupuesto de las instituciones que pudieron contribuir a su restauración.
La
cuestión no queda ahí: Ludín Fonseca García, historiador de la ciudad, al frente de la Oficina correspondiente y un
pequeño pero competente equipo, tienen como
expectativa para el casi inminente 2015 “que salgan varias cosas pues la
voluntad existe y esos espacios y edificaciones no esperan más”, según
expresión del propio investigador.
Y
así es, el deterioro de la imagen de la Plaza del Himno llama a una
preservación profunda, la evidente
inclinación del pórtico de la iglesia de
San Juan Evangelista (llamada Cementerio Viejo por radicar allí el primero de
Latinoamérica) requiere de estudio concienzudo y acción
inmediata, y detener el avance de la cárcava del río que amenaza la integridad
del edificio de la escuela Manuel
Ascunce no admite dilación.
Estas
metas implican salvar escollos y esa es precisamente la función de la Oficina del
historiador, alertar, orientar, sin cansarse nunca, elementos de tanta valía
como la ejecución de la preservación en sí.
La
red nace, por supuesto, de la institución comandada con mano firme por Eusebio Leal y
esta formada por un primer grupo: La
Habana, Camagüey, Santiago de Cuba y
Trinidad, demostrativas de la viabilidad de este proyecto.
En
el segundo figuran Baracoa, Bayamo y Sancti Spíritus (con las anteriores
conforman las siete villas fundacionales cubanas) se incorpora una octava:
Remedios y Cienfuegos como patrimonio cultural de la humanidad, creadas
mediante acuerdo del Consejo de Estado, pero a la espera de un decreto ley que les permita operar como sus hermanas
mayores.
Cabe
destacar que estas instituciones no
nacen como proyecto único ni al unísono, lo cual las hace diferentes,
por eso es tan importante el trabajo de articulación y homogeneización entre
ellas.
Hoy
Bayamo arriba a su cumpleaños 501 que deja como saldo positivo lo logrado en
estos 12 meses, devenido una especie de
pórtico a nuevos trabajos de preservación del patrimonio material e
inmaterial de esta añeja ciudad.
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