domingo, 30 de noviembre de 2014

La batalla de Guisa vista por una niña



La escolar Gabriela Miniet Benítez con voz entrecortada por la emoción, y un poco nerviosa por hablar ante tanta gente evocó junto a  cientos de sus coterráneos guiseros al aniversario 56 de la histórica batalla de Guisa.
Como lo aprendió en sus clases de Historia y en la biografía del mártir que da nombre a su escuela: Braulio Curuneaux, el mejor combatiente de la proeza llevada a cabo por  el Ejército Rebelde en la localidad montañosa, ella rememoró que ese y otros jóvenes combatientes dieron un golpe demoledor a la tiranía de Fulgencio Batista entre el 20 y el 30 de noviembre de 1958.
La chica agradeció las bondades que ofrece la Revolución a la niñez cubana y a la serrana en particular, ante desprovista de escuelas y de derechos consustanciales a esa tierna edad.

También significó la coincidencia histórica de esa proeza con la realizada por Calixto García el 29 de noviembre de 1897, quien condujo a las tropas cubanas a la victoria en ese propio lugar montañoso en lucha frontal contra los colonialistas españoles.
Gabriela juró seguir a sus mayores, cuando  tenga la edad adecuada en el apoyo y compromiso de trabajar en la perfección del socialismo y sus valores de justicia social.
Al pie del obelisco que perpetúa su memoria los granmenses rindieron tributo al capitán Braulio Curuneaux, su ayudante Guillermo González y del Soldado Desconocido que también contribuyó con su sangre a la victoria de las tropas insurgentes, los granmenses rindieron honores al bravo oficial que aún a costa de su vida cumplió la promesa hecha al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de que por su posición no pasarían las tropas batistianas.
La entrada de los rebeldes a Guisa ese 30 de noviembre propició la unificación del Primer, Segundo y Tercer frente oriental bajo el mando único de Fidel
La Batalla de Guisa (duró desde el 20 hasta el 30 de noviembre de 1958) ha sido calificada por el propio Fidel y posteriormente por muchos estudiosos como la operación más audaz del Ejército Rebelde pues un puñado de hombres enfrentó a los blindados de la tiranía de Fulgencio Batista impidió la llegada de refuerzos desde el Puesto de Mando de Bayamo y fue decisiva en la derrota final de las tropas gubernamentales acaecida solo un mes después.
También se congregaron allí combatientes participantes directos en la gesta, familiares del los médicos internacionalistas que combaten el ébola en Sierra Leona, estudiantes de medicina y vecinos de la localidad.
Para Gabriela la lluviosa  mañana de este 30 de septiembre será inolvidable.

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