Con
la solemnidad propia de los altares, como hace 15 años, los asistentes a la cita
sienten revivir la alborada del 10 de
Octubre en La Demajagua, pareciera como si Céspedes volviera a emancipar a sus esclavos, declararlos ciudadanos e iniciar la lucha independentista.
Con el propio respeto, rinden homenaje Jesús Menéndez, gigante del diferencial
azucarero, en la terminal ferroviaria manzanillera donde fuera asesinado, y a quienes
protagonizaran las luchas obreras y comunistas que en digna fusión con los
ideales de Fidel dieran el triunfo al pueblo,
así una vez más patentizan el vínculo
de nuestra primera industria con el
devenir de la nación cubana.
Tres
lustros de recuento, valoraciones, análisis y profundas reflexiones acerca del
patrimonio azucarero cubano hacen a delegados e invitados mantener el compromiso de que nuestra industria dulce recupere su lugar de honor en la economía nacional.
Emocionante,
fue visitar el antiguo ingenio Estrada
Palma, hoy Bartolomé Masó, donde mantienen en explotación equipos
instalados desde su fundación en 1924, de los cuales 18, declarados y
conservados como patrimonio, son defendidos como tesoro histórico con
inteligencia, iniciativa y amor.
Es
notoria allí la perseverancia en el
trabajo con hijos y familiares de los trabajadores y alumnos de
escuelas de la comunidad quienes explican con orgullo los pormenores de máquinas herramientas y la locomotora de vapor, con la clara certeza de seguir los pasos de sus padres y la preservación del
legado patrimonial del que mañana serán
fieles veladores…
Con
la premiación en las distintas
categorías culminó con éxito esta cita de Bayamo tras de
dos días de debates, conferencias y visitas a diversas instituciones de esta suroriental provincia.
En
este evento se presentaron más de 230 obras y ponencias provenientes de todo el país, con la excepción
de Pinar del Río e Isla de la Juventud y fueron entregados 11 premios e igual cantidad de menciones en cinco categorías: Trabajadores azucareros, Profesionales
de la cultura, Otros profesionales, Jóvenes y Niños.
El
jurado otorgó asimismo el premio Patrimonio histórico 2014 a la empresa
azucarera de Villa Clara, máxima acumuladora de premios, a su homóloga de Camagüey,
por el trabajo integral desarrollado y al investigador Miguel Lima Villar, de Ciego de Ávila, por su
compilación histórica Modelos
tecnológicos del azúcar en Cuba.
La
provincia de Granma fue reconocida por
sus resultados en la identificación y preservación del Patrimonio Histórico Azucarero
y por la excelente organización de esta decimoquinta edición del evento.
Directivos
del Grupo azucarero Azcuba y participantes en el evento coincidieron en la importancia
de identificar, promover y atender sitios
históricos y objetos de valor patrimonial en la agroindustria, y destacaron la necesidad de
estrechar más los vínculos de Azcuba con las Oficinas de Patrimonio Cultural en
cada territorio.
El
ingeniero Arodis Caballero Núñez funcionario del Consejo de Estado valoró el
esfuerzo en el rescate del PHA también como
un acicate para impulsar la producción cañero-azucarera.
La
decimosexta edición de estos eventos se efectuará el año próximo en Camagüey, por los resultados integrales del territorio
agramontino.
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