De este modo el joven, diplomado con título de Oro en
Informática, recorre la serranía de Bartolomé Masó reportando lo habitual o
novedoso en la vida del montañés.
Primero lo hacía en locaciones cercanas Las Mercedes donde nació y reside
actualmente, transitaba a pie, o en bicicleta cuando las cuestas no eran demasiado pronunciadas, “pero rebajé demasiado y los riñones no me
daban para más.”
Como dato curioso hoy Orlando viaja menos hacia la cabecera municipal que hacia las
cordilleras.
“Alguien me ´dio la letra´ acerca de los dueños de bestias y de monturas, bridas
espuelas y bastos (no siempre eran los mismos) el reto era juntar aperos con nobles brutos, pero poco a poco lo
fui consiguiendo.
Lo más importante:
tenía aseguradas las cabalgaduras gracias
a vecinos o entidades estatales prestatarias de esa ayuda inestimable, hasta que
hice de la práctica un hábito.
“Me movía desde Las Mercedes hasta sus alrededores o
incluso sitios alejados como Jíbaro, Montería, San Lorenzo, Gaviro, Purgatorio
y otros de nombres corrientes o pintorescos.
“La travesía más larga fue para dar cobertura al acto
nacional, con jóvenes, por el 17 de
Mayo, aniversario 55 de la firma de la Ley de Reforma Agraria, celebrado en
Santo Domingo hace poco.
“Ese día me integré
un grupo en el que iban ocho monteros,
subimos a ese lugar no por carreteras ni cunetas, sino bordeando, bajando y subiendo lomas, vadeado o cruzando ríos y arroyos… el
trayecto fue largo y agotador hasta
para los avezados, ¡qué podía decir este pobre aprendiz de jinete si cuando regresamos a nuestro
punto de origen todavía me parecía tener el mulo entre las piernas… pero llegué
a la redacción con la noticia fresca!
“Esta práctica me ha permitido llegar al serrano de modo
más llano y natural, ellos me ven como a un camarada, un viejo amigo los
conozco mejor y me identifico con sus
vivencias e idiosincrasia y creo que le saco buen partido informativo.
Vinculado oficialmente al sistema Informativo radial
granmense desde 2004 justamente un año después de hacerlo voluntariamente en
programas deportivos y juveniles Naranjo Escalona valora muy altamente el curso
de habilitación recibido en la escuela del Partido Desembarco del Granma.
“Me dotó de las
herramientas indispensables aunque debí hacer un gran sacrificio pues tuve que abandonar mis estudios en la
Universidad de Granma al decidirme por la vida radial”.
Aprovecha muy bien sus conocimientos, especialmente los
de informática para su propio trabajo y en una especie de simbiosis con las
entidades que lo apoyan, “en la Oficinas de Control de Abastecimiento (OFICODA),
mi estudio, me han acogido como uno más, allí doy
mantenimiento y reparo su computadora”.
“En fin, este obligado y prolongado curso de jinete, me
ha servido para un contacto íntimo con la naturaleza y personas del lomerío,
para ser narrador y protagonista de las historias que cuento.”
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