domingo, 29 de junio de 2014

Dos mujeres, un propósito


Yanisley Márquez Collazo  y Celina Rodríguez Arevalo son dos mujeres con un mismo propósito desterrar la oscuridad y el  silencio  de sus “ahijados”, la primera   trabajaba como intérprete de  lengua de señas desde  hace   cinco o seis años;  la segunda, ya  jubilada,   continúa   como guía-intérprete voluntaria en la presidencia granmense de la  Asociación nacional del ciego Anci atendiendo sordociegos.
 Ambas comparten la  misión plena de hermosura y altruismo de ser  guías intérpretes para personas sordociegas desde la Asociación nacional de sordos e Hipoacúsicos de Cuba y de la Anci, en ese orden. 
Para Yanisley  representa un gran reto trabajar con sordociegos, “pero lo acepté gustosa pues siempre   trato  de llevar al sordo  toda la información asequible de la lengua oral a la de señas con  la mayor fidelidad posible.
“ A veces  no tienen el español bien interiorizado, y claro todos no tienen la misma capacidad, el castellano es una lengua muy difícil, por tanto el intérprete debe conocer muchos significados y sinónimos; no todas las palabras tienen señas a esas debe asignárselas, incluso usamos el lenguaje gestual.

“De acuerdo con la información, reflejar ese estado anímico, la circunstancia, veo satisfacción    porque cuando las personas entienden, eso las motiva a continuar aprendiendo.
A veces las familias  aprecian esta discapacidad y  piensan que no pueden aprender, los dejan y pueden quedar  iletrados, pero es oportuno destacar que la Asociación enseña, educa  y orienta.
Ella ejemplifica el día a  día entre   personas   rehabilitadas: “El vicepresidente de la  Ansoc José Manuel Mesa es sordo profundo, se graduó  en Cultura Física, mi esposo es excelente  electricista enrollador.
“Me siento muy satisfecha con esta labor pues veo los  frutos, me siento mejor persona, en ocasiones no me hallo si no es hablando por lengua de señas. En el caso de los sordociegos el desafío es aún mayor, por eso me apoyo en  compañeros de vasta experiencia como Celina.
Celina Rodríguez Arévalo procede de Educación   aun cuando empezó de manera empírica, después cursó estudios regulares pero afirma que la práctica es  su mejor maestra.
“Desde el inicio una va aprendiendo como guiarlos, orientarlos en el hogar, en la calle, escuela…   además de utilizar las técnicas para que  puedan transitar debemos describirles todo el entorno y  las personas junto a ellos, para lograr la mejor interrelación con el medio ambiente, algunos tienen restos auditivos y visuales y los puedan aprovechar. De esta manera les socializamos, para que sepan que existen en un espacio.
“Esto permite además mejor  relación entre el guía intérprete, el sordociego y su familia    para resolver problemas de toda índole y también es muy  satisfactorio  apreciar en ellos nuevas habilidades que los hacen sentir más personalizados dentro de la sociedad.
“Si la sordo-ceguera es profunda, lo primro es la socialización, que el guía intérprete se dé a    conocer:  “Me puedo identificar después de haberlo tocado (sistema táctil),   para que comprenda que está junto a otra persona , le tomo la otra mano para   accionar y le puedo ejemplificar , por ejemplo, con mi reloj  o espejuelos, además si conoce la lengua de señas le digo cuál es mi nombre, si no lo conoce me identifica por el reloj.
“También puedo utilizar el sistema mano sobre mano, un perfume siempre que sea el mismo…
“Después conocemos el modo de comunicarse el sordo ciego con su familia, pues  los programas de acción deben estar diseñados en función de las necesidades de los ellos y sus parientes.
“Luego mediante la rehabilitación podemos transformar su medio   conocido e implementar acciones pedagógicas  más técnicas.
Licenciada como maestra primaria especializada en Defectología, fundadora del programa de sordociegos en Cuba, Celina es la primera maestra de sordociegos en Cuba junto al también maestro Oscar Ortiz Blanco.
“Hasta hoy he atendido a los 182 sordociegos que existen en Granma, entre niños, adultos y pequeños con implante coclear.
“Tuve con mi esposo Alberto Pompa cuatro hijos, pero a ellos los quiero como propios. Entré en ese mundo casi impensadamente y pero ya no puedo ni quiero salir”.

No hay comentarios :