Aunque cantaban desde niños en
las actividades de la Asociación nacional del ciego (Anci), hace una década, y después del reencuentro, llegaron al
matrimonio y decidieron hacer un proyecto, aún sin nombre.
Un amigo común: Ulicer Martínez,
los nombró A media Luz porque Maylén Ramos, bibliotecaria, padece de baja
visión e Idael Tamayo, presidente de la Anci en Granma, es invidente total.
Pero la realidad va un poco más
allá sus voces se confunden como en esos atardeceres cuando los últimos rayos
del sol desaparecen para dar paso a la noche, con admirable transición de claroscuros.
En sus interpretaciones
calzadas por la guitarra del músico siempre
incluyen números criollos y universales con
letras trascendentes, o que llamen a la
evocación.
Y eso mismo pretende Idael como
autor con creaciones como Si pierdo
la calma u otras de corte patriótico: Qué tengo, El General, De
la pluma al fusil…
Consideran que la vida los
premió con Dayron de Jesús, aun cuando Maylén tenía dos hijas de un matrimonio anterior: Marisdalia
y la asolescente Roxana con la cual ya Idael monta números para flauta y
guitarra.
El primer
evento nacional de grupos de pequeño
formato de la Asociación Nacional del Ciego (Anci) estuvo dedicado a homenajear
la década de fructífero quehacer musical
del dúo granmense y marcó nuevos
derroteros para esos eventos y para la creación musical de la pareja.
No hay comentarios :
Publicar un comentario