Hace ocho años, gastronómicos de fino empaque cambiaron habituales utensilios de trabajo para empuñar carretillas, palas, picos y cucharas de albañil; paralelamente atrajeron a jóvenes que recién se iniciaban en el sector para edificar, en 18 meses, un establecimiento emblemático para los habitantes de la ciudad del Golfo de Guacanayabo.
El orgullo tiene justificado tono pues hasta La Coctelera (ese es el lugar) llegan visitantes de todos los puntos de nuestro Archipiélago quienes gozan de las especialidades de la casa y el trato profesional y respetuoso.
Al hablar de esas mezclas vienen a la mente las bebidas espirituosas, pero el fuerte del establecimiento del Paseo golfeño lo constituye la coctelería especial de mariscos: camarón, langosta, pescado, ostiones… “quien prueba alimentos fuertes no se embriaga” (suelen decir los cantineros de allí) y, claro, disfruta mejor del acogedor recinto ubicado en la arteria comercial y gastronómica de Manzanillo.
Luis Alberto Morales León, administrador-fundador siente satisfacción porque si cerraron el año 2012 con los planes cumplidos al 99 por ciento, en el presente los resultados van en ascenso.
Visitar el sitio es siempre un acontecimiento por la amabilidad emanada de los trabajadores; aunque si es durante los fines de semana deban multiplicarse para atender todos los requerimientos y prestar servicio mientras haya asiduos.
La unidad fue instituida para crear una cultura de bebidas a la población, ello incluye explicación de la elaboración de licores y sus principales características, cómo tomar bebidas en estado natural (con un agua acompañante, o en las rocas, es decir, con hielo).
Asimismo brindan recetas para que los parroquianos preparen bebidas en su propio domicilio y utilizan los espacios del canal manzanillero Golfovisión para explicar pormenores de su cometido social.
Es un placer cada visita a Luis Alberto y sus camaradas.
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