domingo, 3 de marzo de 2013

Fortaleza medioambiental

Quien visite por primera vez el barrio Marcial Jiménez, será llevado de la mano por el presidente de ese consejo popular, Félix Pedro Guillén, a una obra que es su orgullo personal y el de los habitantes de ese sitio costero de Granma.

Es el parque ecológico Rosa Elena Simeón Negrín surgió (como toda la comunidad) de un basurero, de un sitio insalubre que gracias al esfuerzo de este hombre y el apoyo de los vecinos hoy se ha convertido en un bastión de la gestión ambiental, en la preservación de especies, en la educación de propios y foráneos.

En el municipio de Campechuela, y en sus alrededores, dicho parque ecológico y la comunidad Marcial Jiménez son centro de las acciones educativas por algo, al parecer, tan alejado de la vida de los pueblerinos y no lo es: la protección a la capa de ozono.

Allí casi es tradición un maratón gigante denominado Todos bajo un mismo cielo, que incluye planes de la calle, feria del libro y talleres ambientalistas comunitarios que confluyen o se originan en esa comunidad ubicada en una suave pendiente en las afueras de Campechuela y desde donde el Mar Caribe azulea enfrente y se pierde en el horizonte.

Hace un tiempo charlas, clases y video-debates para abordar aspectos de la Conferencia de Viena y el Protocolo de Montreal y la explicación de la legislación vigente para la protección de la capa de ozono en Cuba, fueron impartidos por especialistas del Centro de Educación ambiental, con la participación de residentes en esa zona litoral, porque estos conocen muy bien de qué se les habla y por eso pueden dar continuidad a la experiencia.

Ese enclave de la comunidad Marcial Jiménez, no solo se circunscribe a fechas específicas, sino que todo el año mantienen la labor educativa, cada vez que hay oportunidad es plantado un árbol, es además un regalo para la vista por la belleza que lo caracteriza.

Del accionar múltiple, colectivo pero unificado, ha surgido también la finca de frutales que como todo lo nacido allí lleva el nombre de Marcial Jiménez (destacado luchador revolucionario).

Él área se concibió para la producción de diversas especies de frutas destinadas a satisfacer las demandas de los vecinos en primera instancia y del municipio, a partir de los excedentes.

En las dos y media hectáreas que ocupa están plantados mil 120 árboles frutales.

Desde los inicios los lugareños fueron autorizados a intercalar viandas, granos y hortalizas, en esos espacios, libres de malezas y con considerable aporte de materia orgánica; antes de cosechar las primeras producciones de frutas ya aportaban notables cantidades de productos agrícolas.

Así es la comunidad Marcial Jiménez y su parque ecológico que crece todos los días no solo en el orden físico sino en la educación ambiental, en la preservación de especies amenazadas y en el fomento de otras, raras, del mundo vegetal.

Quien visite por primera vez el parque ecológico Rosa Elena Simeón sentirá la necesidad de volver a ese pulmón verde y preservador.


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