domingo, 24 de febrero de 2013

¿Qué nos sucede a los bayameses?

Sin exageración alguna, ya el 5 de noviembre, está al doblar de la esquina, pero los bayameses, y cuando menciono nuestro gentilicio lo amplío a los habitantes de toda Granma, no nos estamos haciendo sentir como lo hacen otras de las siete villas primigenias de Cuba.

Y no es que estemos de brazos cruzados cuando Bayamo arriba al medio milenio de su fundación: hay acciones, pero la difusión hacia los medios nacionales es demasiado discreta, rayana en lo gris y apenas se nota.

Pongamos ejemplos: Trinidad celebrará sus “500” en 2014, pero desde el año pasado machaca y vuelve a insistir sobre el hecho; hace varios meses Nelson Domínguez donó un mural a Camagüey y, según fue dada a conocer la noticia, la celebración parecía inminente.

Por eso cabe la pregunta: ¿estamos haciendo todo lo debido los hijos de esta tierra en diversos órdenes, para acercar a nacionales y extranjeros a los pormenores desprendidos del llamado choque de dos culturas?

Creo que no.

El 500 aniversario sería el mejor pretexto para dar a conocer todo lo relativo a nuestra identidad, los vestigios de la génesis india, los testigos documentales, arquitectónicos, el patrimonio inmaterial de una de las zonas más ricas en la historia de la nación cubana…

Sería oportuno que, restaurantes, alojamientos estatales y de cuentapropistas, cafeterías… se dedicaran al rescate de lo más tradicional y no dejarle el “muerto” solo a Cultura y Turismo, porque manifestaciones, como la cocina, la gastronomía, popular, las costumbres... forman parte de esa, nuestra nacionalidad.

Como gestores de órganos de prensa y de medios masivos de difusión en general, es ineludible hacernos un harakiri (suicidio honorable al modo japonés, en este caso concerniente a la autocrítica), pues no hemos aprovechado todos los espacios a nuestro alcance, y ¿estaremos esperando estar en cumpleaños para hablar con profusión del asunto?

Aclaro: este es un tema bastante debatido en las reuniones editoriales de los lunes en el semanario La Demajagua y, en honor a la verdad, aunque colegas de otros medios abordan el tema resalta la labor de Luis Carlos Palacios, nuestro fotógrafo, quien además de poblar de instantáneas la red Facebook como hacen otros, diferencia su actuar al imprimirle la intencionalidad al trabajar en favor del medio milenio.

O también un blog creado por David Rodríguez para Facebook, Bayamo hacia su medio milenio. Noviembre 5 de 2013: donde hace un llamado a todos los bayameses, dondequiera que estén, para que aporten sus experiencias en la Ciudad Monumento, o relaten lo que sepan acerca de sucesos relevantes o personajes prominentes de la ciudad numantina, convocatoria aceptada y respondida.

Igualmente podría amplificarse desde dentro (y según conozco esta iniciativa corresponde y fue puesta en práctica por el Museo provincial), el mostrar objetos de valor patrimonial que enriquezcan lo que recibirán los visitantes a la magna festividad.

Hay diversas aristas para el accionar, pero sobre todo divulguemos lo concretado; recordemos el cuento de Pepito cuando en el pizarrón alardeó de sus atributos varoniles y fue castigado; los camaradas temían por la suerte del “niño maldito”, pero a las dos horas, este salió ufano, aún excitado, y pavoneándose, solo repetía una frase: ¡Caballeros, anúnciense!

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