Florángel

Como muchos de sus camaradas posee una voluntad de platino e iridio (metales inalterables) nada reñida con la amabilidad y dulzura.

Quien quiera verla durante las horas del día, no la encontrará en su hogar: deberá hacerlo en el estadio de Bayamo, donde a pesar de frisar los 40 años y una discapacidad severa que la ata a su medio de locomoción, todavía sigue practicando el voleibol y baloncesto en silla de ruedas.

Recuerda con agrado su participación en competencias nacionales de tenis de mesa en las cuales obtuvo medallas bronceadas y plateadas y sus primeras experiencias en el baloncesto y voleibol sentado que le regalaron sendos oros y después otros metales.

Ahora evoca cuando hace dos años clamaba por el relevo en esas disciplinas “pues ya soy mayorcita y aún estoy activa en el deporte y ¿cuando se retire mi generación? Ahora siente satisfacción porque ya se ve un repunte en las atletas jóvenes de la Asociación Nacional de Limitados Físicos y Motores en Granma, institución que le devolvió las ansias de vivir, luchar y triunfar.

Y más satisfacción siente al ver a sus compañeros campeones paralímpicos de Londres en este año: Luis Perea Polo, Lorenzo Pérez Escalona y Leonardo Díaz Aldana “ese es un trío de oro y me fortalecen más”, dice orgullosa.
“Ellos ya han sido reconocidos, por ejemplo con la carta de felicitación por el desempeño durante los XIV Juegos Paralímpicos de Londres 2012, que les hizo llegar el presidente Raúl Castro.

“También el Título de Hijos ilustres de Bayamo a Leonardo, recordista mundial y medalla de oro en disco, a Lorenzo Pérez Escalona, medalla de plata y bronce en natación y a Luis Israel Perea Polo, octavo lugar en pesas en la categoría de 67,5 kilogramos.

“Por eso mi homenaje modesto particular a su emotiva historia de esfuerzo, dedicación y gloria deportiva”.