domingo, 8 de mayo de 2011

Un día como todos, pero especial

Aunque para mí cada mañana puede ser de cumplido a las madres, hoy ineludiblemente, debo referirme al calor que da origen a la vida, nacido desde un seno materno y que no nos abandona jamás.

Debo hablar de mi vieja, fallecida desde hace casi un cuarto de siglo, quien con el segundo grado de primaria tenía una educación exquisita (solo en 1978 se graduó de secundaria básica) y me inculcó valores éticos con una recia dulzura que agradezco infinitamente.

Debo hablar de la heroicidad cotidiana de actuales madres, de quienes hoy se aprestan para serlo y de las mamás del futuro, todas ellas se sacrifican para vencer los actuales avatares económicos y junto a su sociedad, perfectible, apuestan por el socialismo.

Y en este compendio caben mi mujer y mis muchachas, una de las cuales ya me dio dos nietos, todas continúan o emprenden derroteros diversos en la vida.

Homenajeo a todas esas madres que han perdido frutos de sus entrañas en lucha por un mundo mejor, no solo en Cuba, y que con los ojos velados por el dolor, saben que su sangre no fue vertida en balde.

Evoco las tristes anécdotas de unos tanquistas, entonces lozano,s al rescatar a aquella guajira joven con su hijo muerto en brazos debido a los desmanes de mercenarios que invadieron a Cuba por Playa Girón…

No puedo dejar de hablar de Celia Sánchez, sin vástagos físicos, pero que en un momento determinado llegó a ser la madre de muchos naturales de esta tierra.

Estas son mis madres cubanas con agasajo merecido cada amanecer.

No hay comentarios :