lunes, 13 de septiembre de 2010

La Evelyn que recuerdo


Aquel frío atardecer de diciembre de 2004 reestrenaban el campo de tiro del reparto Darcio Gutiérrez durante una inauguración masiva de obras sociales en el municipio de Bartolomé Masó.
El entrenador Tomás Marrero, aunque tenía ya algunos deportistas listos en sus puestos solicitó la presencia de Evelyn, desde su domicilio contiguo al campo deportivo ella para él y muchos otros es como una creación personal.
Evelyn Ríos Corujo resaltaba por su prestancia, concentración absoluta y serenidad. Al consumir los proyectiles asignados y dar media vuelta una amplia sonrisa en concordancia con el brillo azul de sus pupilas era mudo esclarecimiento: había obtenido puntuación brillante en aquella suerte de exhibición.
Confieso que me pareció muy distante y hasta la imaginé envanecida por su hasta entonces vertiginosa carrera; nada más lejos de la verdad, miré a los circundantes, pero todos como ella se comportaban muy naturalmente, incluso su padre a quien no cabía más orgullo en el pecho.
Quise entrevistarla pero formar parte de una comitiva que recorría la región me lo impidió, no pude volver a verla debido a su permanencia en la capital del país y por sus compromisos nacionales y fuera de fronteras.
Seis años más tarde el azar nos llevó hasta su casa en el llamado reparto Militar, la conversación como máquina del tiempo nos llevó al encuentro inicial pero su amenidad, carácter afable, desenfado y sencillez característica demostraron enseguida que “no se cree cosas” debido a sus frecuentes y sostenidos triunfos.
Muy rápidamente contó que nunca pensó ser idónea para la dura disciplina pues soñaba con un consultorio, pero sus aptitudes decidieron otra cosa y ya está muy próxima a graduarse como licenciada en Cultura Física.
“En el primer año no pude participar en las competencias escolares, en el segundo ocupé el octavo lugar.
En el 2000 implanté el record nacional de 377 metros, en la categoría 15-16, con el arma de calibre 22, en esas vacaciones conocí de la propuesta para ingresar en el equipo nacional juvenil.
Solo un año después de nuestro primer encuentro sin palabras, alcanzó la condición de mejor atleta femenina en primera categoría, en el 2006 en los centroamericanos en Cartagena, Colombia, se apoderó del cuarto lugar, ya en el 2007 en los juegos del ALBA fue el bronce individual y oro por equipo, en la IV Olimpiada del Deporte Cubano (2008) oro y plata, mientras en el reciente II Campeonato Iberoamericano de Tiro en Guatemala (2010) alcanzaron oro y plata en conjunto...
Estos son algunos de los logros obtenidos por Evelyn, pero acaso el mayor es jamás renunciar a sus orígenes y confesar a viva voz, donde quieran escucharla, que no es habanera sino de la provincia de Granma y no de Bayamo la capital sino de Bartolomé Masó, un lugar desde donde casi puede tocarse la Sierra Maestra.

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