Por el respeto a la legislación patrimonial

Granma cuenta con un valioso tesoro patrimonial: 646 monumentos, de ellos 19 nacionales y seis locales lo que merece un trabajo pleno de dedicación con vistas a su supervivencia por su importancia intrínseca y como legado para los cubanos del futuro.
En este y otro sentidos la Oficina territorial de monumentos y centros históricos se toma muy en serio su papel; descuella la orientación metodológica a los directores de las delegaciones municipales de monumentos en los 13 municipios y fundamentalmente a especialistas y propietarios jurídicos de los sitios donde están enclavados estos monumentos; sus peritos, a la vez, se retroalimentan del trabajo en la base y ello evidencia que, en general, los monumentos están bien cuidados.
Además Granma por su rica historia puede declarar todos los años varios sitios históricos y proponerlos a la Comisión nacional de monumentos para que puedan alcanzar la declaratoria de monumento nacional o local.
En cambio hay dificultades en lugares muy específicos de Bartolomé Masó, Jiguaní, Pilón, Río Cauto y Bayamo y eso “debe ser palpado con la mano” por los entendidos en la Dirección de la Oficina provincial y de los propios municipios quienes indagan de manera frecuente para constatar el estado de conservación y que las reparaciones o restauraciones e incluso el arreglo exquisito, no se dejen para tres días antes de una efeméride relacionada con ellos.
Uno de los aspectos fundamentales en este devenir es el de la ruta martiana en la actual provincia de Granma, específicamente en Jiguaní, donde a pesar del buen cuidado se dejan algunos detalles para justo antes del 19 de Mayo, aniversario de la caída en Combate del Héroe Nacional José Martí.
La labor es de concientización para que no sea un problema la atención por parte de sus propietarios jurídicos: Empresa de Comunales y Delegación local del Ministerio de la Agricultura.
Específicamente en el área rural de Bayamo está el ingenio Pilar de Jucaibama, monumento local perteneciente al Ministerio del Azúcar y que merece mayor atención.
La Oficina territorial de monumentos y centros históricos junto con las autoridades políticas y de gobierno que tienen que ver con la conservación del Centro Histórico Urbano en la propia ciudad Monumento nacional luchan de conjunto -aun no es suficiente- contra la agresión al patrimonio edificado y afrontan el irrespeto a la legislación destinada a proteger el patrimonio a partir de particulares pero también de instituciones estatales.
La tarea es ardua pero propiciará no hipotecar el futuro patrimonial.