Una hazaña productiva

El imaginario popular, afirma que del arroz lo único agradable es comerlo.

Ciertamente el cultivo de este cereal “da” un trabajo increíble, pero sus cultivadores tienden a minimizarlo, conscientes de la importancia económica que reviste; se empeñan en producirlo en grandes cantidades con mayor calidad, a pesar de las inobjetables dificultades.

Para ellos es algo mejor que un metal precioso.

La Cooperativa de Créditos y Servicios José Nemesio Figueredo, de Río Cauto, Cuba, resultó la primera de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de la provincia en sobrepasar los 100 mil quintales del grano durante la presente campaña.

La entidad acopió hasta la fecha más de 105 mil quintales del cereal y continúa los cortes, “pues pensamos llegar a 130 mil”, asevera su presidente Florencio Ramírez, hombre de escasas palabras pero con una decisión colosal.

Esta base productiva dedica al arroz alrededor del 78 por ciento de sus áreas y exhibe rendimientos superiores a los 700 quintales por caballería, dijo Ramírez, quien manifestó sentirse optimista en este afán de los arroceros por reducir importaciones, “con un poco más de recursos aportaremos mayor cantidad”

“No hay secretos, si el arroz exige dos toneladas de fertilizante por caballería hay que dárselo y alimentarlo bien, con agua abundante, como un niño chiquito: si no come no desarrolla.”

“La Aviación Agrícola nos ayuda, los complejos agroindustriales José Manuel Capote Sosa y Fernando Echenique nos dan los productos necesarios (tenemos algunos beneficiados con el Decreto 259 en áreas de esa última entidad) y respondemos haciendo dos cosechas al año”.