miércoles, 2 de septiembre de 2009

Lavín tiene la clave del éxito



La luna aplasta la alta figura del jinete contra un fondo de oscuras montañas; son las tres de la madrugada y tuvo que salir a esa hora desde Garay, muy cerca de Cienaguilla, para estar a tiempo en el politécnico Delfín Moreno de El Caney de las Mercedes.

Unas veces atenazado por el frío, otras enfundado en la inmensa capa, desafía los elementos porque tiene como propósito hacerse técnico medio en Veterinaria “para ser más útil”.

Después de tres décadas de ejercicio queda demostrada esta verdad… los esfuerzos periódicos desde Campechuela hasta Bartolomé Masó no fueron infructuosos.

Con 55 años Rogelio Lavín reparte las jornadas entre sus funciones como técnico en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Guarito, en la precordillera de la Sierra Maestra y la crianza de sus propios animales en un sitio cercano, pero prácticamente del llano.

Su caballería y media de tierra tiene una singularidad: allí proliferan más de 200 ovinos de la raza conocida popularmente como pelibuey blanca: “Me incliné por ella pues puede decirse que se está extinguiendo, en Granma solo la hay en Pilón y aquí donde solo yo la fomento”, asevera.

Precisamente esta variedad lo convierte en el mejor criador de ovejas de Campechuela “porque aporta mucho peso y es fuerte. Los animales de Rogelio son muy codiciados por otros criadores.

Él comercializa cerca de 100 ovinos anualmente a través de la Cooperativa de Créditos y Servicios (fortalecida) Carlos Manuel de Céspedes, a la cual pertenece, y de la Empresa de Ganado Menor.

Otra especie atendida por él es el ganado vacuno cuya leche entrega a la industria o la vende de manera directa en la bodega de esa comunidad; para garantizar el autoabastecimiento cultiva viandas y maíz y posee una parcela para la siembra de caña destinada al alimento animal.

“Esta es una de las formas de sobreponermos a los efectos del bloqueo y de la crisis económica mundial: si escasea o falta el pienso, sigo incrementando mi estancia”, afirma

Asimismo incursiona en la producción de equinos y tiene cuatro yeguas y varios potros jóvenes para comercializar con el Estado y otras bases campesinas. Cuando le preguntan cuantos años ha dedicado a este quehacer es muy claro: “Me sucede como al jobo pues he transitado de verde a podrío, pues antes de pasar el Servicio Militar en el año 73 ya trabajaba, al licenciarme volví y ¡ hasta el sol de hoy!, es que la abnegación es la madre de éxito en las tareas de la agricultura”, sentencia.

Es difícil encontrarlo en la UBPC; pues lo mismo está cuidando a un animal, castrando toros o impartiendo un seminario a alguno de los obreros pues es hasta un poco maestro, mientras cabalga piensa que bien valieron la pena tantos madrugones pues ahora está capacitado para sí y para los demás.

Según la revista especializada Enlace esta oveja Pelibuey tiene los pelos muy parecidos a los de la raza ovina. Eso la diferencia de la oveja criolla envuelta en lana. De ahí que la Pelibuey es muy resistente y productiva en clima caliente. Este tipo de animal produce carne muy rápido. Los machos llegan a pesar hasta 110 libras y las hembras casi 90. Al descuartizar dan mínimo 60 libras de carne en pie.


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