lunes, 19 de enero de 2009


El cabo de la buena esperanza

Si el segundo viaje de Cristóbal Colón hubiera ocurrido en 2009, en lugar de 1494 y él escalara uno de los puntos culminantes de Cabo Cruz (en la provincia cubana de Granma): al ver las actuales transformaciones de seguro habría exclamado:” Esta es la gente más tenaz que ojos humanos hayan visto”.

INSPIRACIÓN DEL AVE FÉNIX

En efecto, los cabocruceños son firmes en sus convicciones como la vegetación que se aferra y progresa en el diente de perro de esa Zona de Niquero.

Cabo Cruz, por el influjo de los lugareños ha desarrollado a la largo de los años una vocación de respuesta a la adversidad: por ejemplo, cada casa caída tiene a su lado una levantada o irguiéndose con mayor brío.

Son reveladores los más de ocho años trascurridos en esta década pues representan una metamorfosis indetenible: el ciclón Dennis pretendió borrar el poblado “de la orilla del mapa”, como suele decir el fotorreportero Luis Carlos Palacios.

Los naturales de ese poblado de pescadores desde hace largos meses y años pueden saborear las por sí mismos las maravilla del mundo y la tecnología modernos.

El poblado sus habitantes y su idiosincrasia guardan semejanza con la mítica ave una y otra vez renacida de sus propias cenizas

NO SOLO LOS PESCADORES

Quienes se hacen a la mar cada madrugada van impregnando la tradición a sus descendientes pero del medio millar de habitantes, aproximadamente, una parte importante de jóvenes emigrantes hacia la cabecera municipal de Niquero y aun más allá “para abrirse nuevas posibilidades”, ahora lo piensan dos veces, pues las tienen al alcance: la apertura de numerosas obras sociales amplían el diapasón ocupacional del enclave sureño, también la aspiración de rebasar el nivel preuniversitario, antes dificultad local que desde hace años tuvo solución.Muchos de esos establecimientos representan otras tantas fuentes de empleo.

Hace dos décadas y media el índice de personas con enfermedades crónicas no transmisibles era muy elevado; después de su dispensarización, todas están bajo tratamiento y control.

Los indicadores de salud materno-infantil mantienen índices envidiables. “Gracias a la labor educativa, visitas periódicas a las gestantes y trabajo de higiene dietética y ambiental; siempre tratamos de perfeccionarla”, expresa Fredesvinda.

UNA CASA REPRESENTA CUATRO MIL

A las gentes de Cabo Cruz correspondió el merecido honor de celebrar las más de cuatro mil 400 viviendas edificadas en Granma en el año recién finalizado; Niquero, fue el territorio de mayores éxitos constructivos durante la etapa.

El inmueble representativo del cumplimiento pertenece a una sencilla familia de pescadores, desde el portal hasta una terraza trasrra donde está instalado un comedor informal el ambiente irradia pulcritud, funcionalidad, muebles de exquisito gusto… una especie de oasis para el langostero Julio Hernández, su esposa Xiomara Pérez y el resto de la familia.

Julio con 56 años a cuestas dice:” esta casa no es un número aislado, sino el beneficio para muchas familias obreras”.Tanto Julio como sus coetáneos analizan qué hubiera sido de ellos en un sistema social distinto al nuestro después del paso de un huracán como “Dennis”.

PESCANDO Y SUSTITUYENDO IMPORTACIONES

Cuatro barcos granmenses están fondeados en el Cabo, sus tripulantes y los asesores de Caibarién, en el centro del país antillano, acuerdan cómo dar la mejor utilización a las nasas criollas.

Francisco Núñez Naranjo, director de la Empresa Pesquera de Niquero afirma: la idea es explotar al máximo la captura del alto, mediante nasas tradicionales, artesanales a partir de la caña brava.

“Con ellas sustituimos importaciones: hoy los rollos de la galvanizada son de difícil adquisición (tienen precios prohibitivos en el mercado internacional) la proyección es sustituirla toda pues esa metálica agrede al medio ambiente con algunos de sus componentes.

“La materia prima de la artesanal crece en las orillas de los ríos, nos hemos apoyado en los compañeros de la Escuela de artes de pesca de Pilón y del municipio villaclareño de Caibarién, ahora nos esforzamos por aprovechar al máximo la explotación de esta arte de pesca.

“Una resolución estimula todas las pesquerías del alto: con buenos precios para todas las especies, así los pescadores salen beneficiados”.

ESPERANZA NO INFUNDADA

Si en 1488 el portugués Bartolomé Díaz llamó Cabo de las Tormentas a uno de los extremos más al sur del continente africano y después otros descubridores lo llamaron Cabo de Buena Esperanza cuando este accidente geográfico permitió una ruta rumbo al este ya ni siquiera soñada; Cabo Cruz, el granmense, el cubano, deviene sinónimo de expectativa, pero concreta, basada en beneficios tangibles y perfectibles.

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