“Soy una de las pandemias más letales en la historia; dejé enanas a plagas como la peste, la viruela, el cólera; a enfermedades como mi parienta la tuberculosis.
“Igualmente, me adelanté a ese grupo numeroso de enfermedades conocidas genéricamente como cáncer, al Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH que causa el Sida) y soy aún peor, pues a aquel las relaciones sexuales protegidas lo evitan…
“Me nutro de la irresponsabilidad, de ese tomar la vida a la ligera, no es exclusivo de los más jóvenes, sino también de quienes los educan, tutorean y dirigen, en esa primera instancia, la familia.
“Me
regocijo cuando alguien viene del extranjero y enseguida los incautos y ´pegadores
de gorra´van a intercambiar besos, abrazos, apretones de manos… ver qué pacotilla comprar o si se les pegan
unas cervezas o tragos más fuertes, pero siempre en pos de gratuidades o
ventajas.
“También,
cuando otros hacen caso omiso de las
autoridades sanitarias, de los medios masivos de comunicación, de la fecunda propaganda
gráfica que ni miran y “se estornudan”
en los esfuerzos del país, creyendo que burlan su autoridad, cuando realmente
se ridiculizan ellos mismos.
“Asimismo,
alardeo cuando aprecio que un país pequeño y bloqueado destina cuantiosos
recursos para combatirme, mientras algunos insensatos tiran eso por la borda y,
sobre todo, me ufano cuando aparecen casos sospechosos o confirmados, decretan
cuarentena y son cerradas manzanas o barrios.
“Entonces,
sonrío maliciosamente al ver cómo un puñado de irresponsables tratan de burlar las barreras
de salubridad y de orden interior y les importa un bledo que allí, durante
horas, médicos, enfermeras, policías, trabajadores sociales, mensajeros, y
hasta voluntarios, dediquen horas de trabajo o descanso para mantenerme a raya en
desafío al frío, la lluvia, el calor.
“Qué
me van a interesar las tensiones a las que se somete quien resulta contacto de
caso confirmado o contacto de este, o aquel
emergente como sospechoso.
“Y
mucho menos los nerviosismos de sus allegados, o de quienes tienen familiares relacionados
con esos irresponsables, sobre todo cuando son maestros, compañeros de trabajo,
vecinos cercanos, convivientes, o cualquier otra forma de relación cercana.
“Me
desentiendo del dinero gastado para mantener en cuarentena un área, y del impacto
en los centros escolares que deben cerrar y el atraso de los chicos por unos
días.
“Pero,
en mi afán de querer seguir haciendo daño, me irrita mucho que acto seguido las
autoridades educacionales busquen
alternativas que invaden mi andar de manera increíblemente vertiginosa, como
las clases por televisión que llegan a todos. O ver a las autoridades tomar
decisiones acertadas, modificando las fases o etapas en que se encuentran provincias
o municipios, debido a la situación que yo provoco, aprovechándome de los
ingenuos o insensatos.
“También
me pone verde ver a los juiciosos evitar
todo contacto físico y, para mí en el peor de los casos, saludar desde el
corazón y la distancia.
¿Las
vacunas?, son mi coco, les temo como el diablo a la cruz, todavía me regocijaba
bastante cuando algunos países avanzados prometían darla a quienes pudieran
pagarla, hasta que Rusia optó por la vacunación masiva en el vasto país y ayudar
a otros.
“¿Cuba?
¡Es mi dolor de cabeza! En ese país, no contentos con hacerme la vida
imposible, sus científicos se enfrascaron de inmediato en buscar la cura contra mis
efectos y allá van estudios, candidatos, más candidatos y ¡vacunas!
“Ahora
sí que me voy del aire: Cuba producirá durante el presente año 100 millones de
dosis de su vacuna contra ´mi persona´ denominada Soberana 02, esa salida a
gran escala para vacunación masiva en la Isla, ¡la compartirán con interesados
en su adquisición como India, Vietnam,
Irán y Venezuela!
“Miren
qué injusticia: ¿es que no quieren que siga mutando a hacia cepas más
contagiosas? ese Instituto Finlay no se
conformó con desarrollar Soberana 02 y Soberana 01, sino que otros centros
biotecnológicos cubanos crearon dos candidatos vacunales más, llamados Abdala y
Mambisa.
“Lo
dicho; así me voy del aire, a menos que la gente se
confíe y me deje brecha por donde atacar”.
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