La indisciplina vial cobra auge en Bayamo con la
participación activa o pasiva de tres actores fundamentales: peatones,
conductores de bicitaxis o de coches o cativanas, pero son estos dos últimos
quienes se llevan casi todo el protagonismo.
Tan así es que me viene a la mente un título del
gran Don Fernando Ortiz con su celebre
contrapunteo cubano del azúcar y el tabaco en el cual el sabio criollo patentizaba su admiración por ambos
cultivos, con sus similitudes y
diferencias y el positivo impacto económico que
protagonizaban desde los albores de la nacionalidad.
Este
rivalizar de ambos usuarios de la vía nada tiene de positivo y mucho de
negativo por la incidencia que tiene con otros que también utilizan calles y
caminos.
Como similitud ambos medios de transporte utilizan
la tracción animal en sus
desplazamientos, los bicis utilizan el impulso que les puede dar el hombre y
los segundo lo que les proveen los equinos que los mueven, pero dirigidos
también por la mano del hombre.
Hay que destacar que somos seres racionales y todos
sabemos que no se puede impulsar u
vehículo a todo lo que da a todo lo que queremos, pues ya hay un punto del que
no puede regresarse, hay una velocidad a la que ya no se puede imponer límites
y eso es continuamente violados por estos pintorescos conductores en nuestra
añeja ciudad.
Pero hay más, hay regulaciones que los constriñen a
ellos y a otros conductores a guardar distancias, como tratar de ocupar el
mismo espacio a la vez unos y otros lo que ocasiones choques y discusiones.
La calle ocho del reparto Roberto Reyes, que después desemboca en Línea y que sigue hasta el hospital infantil e
incluso por la avenida Francisco Vicente aguilera, llega hasta el cementerio
local es testigo de muchos incidentes de este tipo.
Pero a nuestro juicio es la confluencia de la
Propia Calle Ocho con la avenida Felino Figueredo, más conocida por bayameses y
foráneos como las calle de las ferias es donde más se agudiza esto por No
respetar el derecho de vía y ha surgido serios encontronazos, lo cual ocurre
por no observar bien qué vehículos viene o van por la avenida , si la
visibilidad no fuera buena lo prudente es parar en seco y no seguir hasta estar
seguros de no impactarse por nada ni nadie.
Cada vez que un coche o bicitaxi se lleva el pare de la Calle ocho y dobla a
veces a toda velocidad por Felino
Figueredo pone a en peligro a mucha gente.
En el caso de que la señal sea un ceda el paso debe
obedecerse y no pensar que voy más rápido y puede cogerle el tiempo a los otros
carros que vienen por la vía principal o a la que un cambio de luz le dio la
preferencia.
No es bueno jugar a la ruleta rusa, ese juego en que lo contendientes con un revolver en
mano s e apuntan a la sien y ponen su vida a la suerte y esos hacen muchos
conductores, No culpemos solo a bicitaxistas y cocheros aunque tienen mayor
incidencia en estos lances.
Los ciclistas individuales también ponen lo suyo en
esta indisciplina que como peor saldo
puede costar vidas y enlutar a las familias, no importa que sea de infractores
o accidentados.
Si no de qué sirven todas las charlas y videos o
audios sobre educación que hace los especialistas del tema aprovechando los espacios que dan
los medios masivos de comunicación.
Que la razón se imponga por encima de las
indisciplinas, que los agentes de tránsito hagan lo suyo y que choferes y
conductore4s de vehículos de tracción animal No contribuyan a segar vidas
incluidas las suyas propias.
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