lunes, 21 de noviembre de 2016

Un lugar por re explorar

A escasos metros del borde  centro histórico urbano de Bayamo se alza un complejo monumentario rico en  evocación histórica patriótica y cultural de la ciudad conocido como Retablo de los Héroes y formado por tres parque;  inexplicablemente son muy pocos los visitantes propios y foráneos que rebasan el final del Paseo general García y comprueban toda esa riqueza  patrimonial a que aludimos.


En el  Retablo de los héroes,  hay  reflejados varios hechos de diferentes épocas,  primeramente yendo desde el Centro histórico urbano  vemos el mausoleo a José Joaquín Palma, el pórtico del llamado cementerio viejo, en realidad el primero a cielo abierto en América Latina  y está también el mausoleo a Francisco Vicente Aguilera,
En un espacio triangular, un monolito con una tarja  alude a otro hecho   histórico más reciente: el enfrentamiento del grupo del revolucionario  Ñico López con soldados de la tiranía batistiana durante el ataque al cuartel Carlos Manuel de Céspedes el 26 de Julio de 1953.
También, de modo inexplicable el lugar  sufre de gran vulnerabilidad  la calle Capotico  de  mayor movimiento  comercial  en etapa de carnavales o fiestas populares, en uno de los laterales montan los aparatos para le disfrute de los chicos y los quiosco para expender comidas y bebidas llegan casi hasta allí, la casa de Manuel del Socorro ilustre bayamés que es conocido como el padre del periodismo en Colombia y  considerado la figura del siglo XVIII más destacada y el más notable autodidacta de su patria también sufre agresión sonora y el embate de los bebedores, junto al monumento a José Joaquín Palma  los borrachos se tiran ahí, se recuestan de la reja  
Ese el primero de los tres parquecitos el llamado San Juan,  allí los  Jardines pelados, sin césped,  evidencian el paso desordenado de hace tres meses cuando el carnaval o solos unos días durante la celebración del aniversario  503 de la fundación de la ciudad, sí  hay plantas ornamentales, pero también muestran los estragos de las festividades,  el sauce  que palma necesitaba no acaba de concretarse a pesar de distintos mandatos de los gobierno locales  él solo quería que  sus restos mortales descansaran como pididera, ante la cercanía de la muerte, …“solo un sauce y una tumba en la orilla sagrada del río Bayamo”.
Retablo de los Héroes. Esta anécdota ilustra cuanto falta aún por aconsejar ilustrar enseñar a los jóvenes: un estudiante en el  tiempo de receso de una de las escuelas vecinas del lugar expresó: “Vamos a sentarnos un rato en el Parque de las cabezas”, quien escribe estas líneas no pudo contenerse y le replicó: “Hijo mío, no sabes que este es el Retablo de los Héroes? ¡ Es que no soy de Bayamo¡ fue su respuesta.  
 Allí, predidideo por la estatua de Aguilera  hay 33   efigies patriotas  en un conjunto de fondo negro y en relieve dorado entre ellos la presencia femenina de  Luz Vázquez, Canducha Figueredo, Candelaria Palma, Adriana del Castillo Paulita Téllez , pero ¡asombrosamente no hay ni un solo patriota negro!, cosas de la época en que fue edificado… el césped está mejor atendido pero algún gracioso ocasional ha hecho sus “gracias” casi junto al monumento.
Pero el pórtico es el lugar  más agredido, entran y hacen de todo, también la presencia de murciélagos  y su guano bañan la escultura,  en lo que fue el primer cementerio de América Latina en campo abierto
 ¿¡!? Como mismo lo hacen en el mausoleo-Homenaje del Consejo provincial de Oriente al ilustre patricio Francisco Vicente Aguilera  en 1910  ese millonario que murió en la indigencia porque en  una de sus más repetidas frases vació todo su amor patrio:  “Nada tengo si no tengo patria”  el pórtico uno  de los arcos rajado  muestra que urge pasarle la mano, crece el césped pero un poco descuidado.
Marvelis Mesa Chávez museólogas y   directora en funciones de la oficina de Oficina de monumentos y Centro histórico de Bayamo   explica que en su etapa de estudiante  Francisco Dioselis Jerez (Paco Pila   historiador espontáneo)  era un celoso guardián del complejo “Casi ni me dejaba sentarme en los bancos”.
Alguien así hace falta por allí en la actualidad y sobre todo quien  les explique a las nuevas generaciones y  los visitantes el tesoro patrimonial contenido al final de la calles Capotico y Martí y el inicio de la calle Amado, Estévez con seguridad habrá ganancia para  los amantes del Patrimonio mueble e inmaterial.


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