Inaplazable evitar escenas como esta |
Muchas plantaciones de
esta provincia pueden verse chamuscadas, llenas de hollín; mientras, operadores
de combinadas, macheteros y personal de apoyo (a pesar de usar medios de protección)
más parecen carboneros que cañeros.
La integridad de los
centrales también sufre, sobre todo para el rendimiento fabril, pues moler caña
quemada es veneno para la maquinaria industrial; si el corte es demorado, la
tarea prácticamente fue realizada por puro gusto, con evidentes pérdidas de tiempo y dinero.
Esto indudablemente,
deviene vía de escape de azúcar desde el propio surco, por tanto la hermandad apreciada
entre estructuras administrativas y sindicales, debe tomar este asunto de la
mano, no dejarlo caer en ningún momento, cerrar filas para preservar esa verdad
inobjetable y tantas veces repetida: sin caña no hay azúcar, además de poner en
riesgo los crecimientos perspectivos delineados para el futuro mediato e
inmediato.
Nacionalmente Granma está
señalada como una de las provincias con más quemas, triste privilegio, pero más
allá de cualquier estadística, es un asunto urgido de la atención de todos.
Primeramente, con una vigilancia exquisita sobre los cañaverales, eso ya ha
dado resultados tangibles; debe desterrarse toda ç huella de negligencia o acto vandálico que puedan lesionar equipos, plantíos y hasta seres humanos.
El movimiento sindical en
las unidades productoras debe ser como un león,
en el cuidado a sus cachorros, pero si un hecho de esta índole ocurre,
debe tomar la iniciativa para que en las administraciones nadie dude en denunciar el hecho con celeridad ante las autoridades
correspondientes para la adopción de medidas
ejemplarizantes.
Por eso los sindicalistas
han de tener como punto obligado el de las
“hogueras”, en sus reuniones periódicas para sensibilizar a la masa de
trabajadores, de modo que la situación se revierta desde ahora y para próximas campañas.
Recordemos que los
cañaverales constituyen patrimonio de las
bases productivas, trabajadores y familias.
Este comentarista ha visto
agrocañeros, a sus esposas e hijos derramar amargas lágrimas cuando se evapora
de modo cruel parte de su tesoro, de su sustento.
Además, el fuego traidor trastorna
la cosecha, implica esfuerzos y gastos adicionales, un rosario de problemas.
Previsión, ataque con
energía y enfrentamiento pueden ser pilares para evitar estos siniestros.
No hay comentarios :
Publicar un comentario