Tiene el don de la elocuencia sin rebuscamiento, las palabras hermosas y
plenas de significado les salen “solas”.
Cada mañana Miralis Álvarez Parra
disfruta el
derecho de ser tratada con dignidad y respeto en su condición de persona con discapacidad.
De la misma manera tampoco olvida sus deberes, el primero
de los cuales es emplear el arma infalible de la cortesía, no solo
para abrir puertas, sino insustituible para llevar a cabo su trabajo
como operaria B de la campaña para el control de vectores.
Desarrolla esa labor con ímpetu envidiable y entonces apenas se nota que padece de una hemiparesia izquierda (producto de una
parálisis cerebral que le afectó ese
lado, aunque ya ha sido rehabilitada), no es severa y ella la considera menos dura
aún porque “discapacidad no es inmovilidad física del cuerpo sino de la
mente”.
“Tener este trabajo y gran
interrelación con las personas me ha hecho crecer y ser una mejor persona; algunos
allegados aseguran que en el quehacer diario, especialmente para la
erradicación del Mosquito Aedes aegypti siempre
trata de hacerse sentir, con ética, profesionalidad y usando la palabra como
arma de convencimiento.
“Nuestra labor es muy altruista porque llevamos a las personas la apreciación
del peligro de que los vectores, especialmente los que producen enfermedades
contagiosas, pueden ser fatales.
“Además del trabajo incansable de los medios masivos de comunicación les
hacemos saber que la falta de higiene y el descuido los pueden llevar a la
muerte y es nuestro deber contribuir a
evitar eso.
“Por tanto, insistimos en que los propietarios sean los primeros en
realizar un auto examen periódico en sus viviendas, lo peor es que a pesar de
las intensas campañas de bien público todavía algunos piensan que a ellos no
les toca y ahí sí hay peligro”.
Miralis asume que la Asociación Cubana
de Limitados Físico Motores (Aclifim) y su trabajo le han ayudado a desterrar miedos,
a crecer espiritualmente y a sentir
plena alegría de vivir.
“Con gusto, mi hijo de 14 años y yo nos levantamos muy de madrugada, nos preparamos para la
escuela y el trabajo, y en lo que sea y
podamos llegamos a Bayamo.
“Ya en mi policlínico, Jimmy
Hirzel, tomo el itinerario que me
indiquen y lo desarrollo con mucho amor.
“Al terminar o en los momentos
libres todavía tengo ánimo para, con la gente de la Asociación allá en mi barrio El Dátil, realizar alguna actividad cultural o
deportiva.
“La Aclifim trabaja para eliminar la tristeza en las personas con
discapacidad para que salgamos a las
calles y podamos equipararnos con nuestros
semejantes en todos los órdenes”.
1 comentario :
Esta muy bueno el nuevo diseño del Blog, felicita a Omar por el trabajo.
Ale te manda un abrazo y un beso.
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