Juan Nicolás Padrón, editor ejecutivo de la
revista Cuba Contemporánea, presentó en la Casa de la nacionalidad en
Bayamo el cuarto número de la
publicación, con motivo del aniversario 500 de la fundación de esa
ciudad y en el ámbito del evento de
turismo de naturaleza TURNAT 2013.
“Cuba
Contemporánea presenta su cuarto número en la histórica y gentil ciudad de
Bayamo, cuna de la nacionalidad cubana y capital de una de las provincias de
más sorprendente naturaleza de la Isla, es una entrega más de una publicación
concebida para dar a conocer parte de la realidad de la Cuba actual”.
Dieciocho páginas están dedicadas a homenajear el
medio milenio de la ciudad, y dar a conocer la biodiversidad de estas regiones,
actuales escenarios del TURNAT, la habitual sección Destinos muestra sendos trabajos de Ludín Fonseca y de Domingo Cuza,
historiador de la ciudad y profesor de la escuela de hotelería y turismo, respectivamente; el primero, centrado en la
fundación y posterior desarrollo de la villa y un imaginario viaje por la
ciudad, el segundo; la participación de la
poetisa Lucía Muñoz cierra esta sección por primera vez tan extensa.
Posteriormente
Padrón agradeció a un extenso grupo de colaboradores y la cooperación de las
autoridades de la provincia, en un quehacer extendido a la ciudad de Manzanillo,
con una entrañable propuesta del
narrador y ensayista Francisco López Sacha intitulado La novia del Guacanayabo.
El editor ejecutivo de Cuba… rememoró el camaraderil inicio del proyecto de la revista llevado a
cabo con la conciencia de que debían ser fieles a
su nombre: Cuba no es solo La Habana, y
la contemporaneidad no excluye el encuentro fructífero con el patrimonio histórico para entender mejor
el presente y avizorar el futuro.
El nombre de la publicación rinde homenaje al
centenario de la revista homónima, en la cual escribieron Max Henríquez Ureña,
Alfonso Hernández Catá, José María Chacón y Calvo, Carlos Loveira, Emilio Roig
de Leuchsenring, Enrique José Varona, Juan Marinello, entre otras valiosas
plumas.
La Cuba Contemporánea de 1913 definía
su programa en el primer número, al anunciar que sus páginas “quedan abiertas a todas las orientaciones
del espíritu moderno, sin otra limitación que la impuesta por el respeto a las
opiniones ajenas, he ahí nuestro programa”.
Sus postulados aún tienen vigencia, junto a otras
exigencias del mundo actual, muy diferentes
a las de aquellos inicios de la modernidad, pero con igual reclamo de
amor por la nación que todo cubano digno hoy defiende.
“Hemos atendido en los primeros números diversos
temas que nos van definiendo como publicación destinada a un público general, que
comprende de modo inclusive a la sociedad y concibe de modo pluralista el
concepto de cultura. La excelencia de la
imagen distingue a la revista, junto a
la excelente factura en la ilustración e impecable impresión, ligadas al coherente
trabajo de edición.
Historia, la naturaleza y su preservación,
asuntos económicos y sociales, manifestaciones de la cultura artística y literaria
y de las artes en general, expresiones religiosas, costumbres, modas y tipos que caracterizan a
múltiples segmentos del pueblo cubano, potencialidades del turismo de sol y
playa, de naturaleza, de ciudad, la publicidad de empresas estatales y negocios
privados… aquí no son una amalgama, sino
una integración armoniosa, plena de luz y color.
Por eso las palabras finales de Padrón tienen
tanto de invitación al deleite, como a la reflexión: “Esperamos que disfruten
su lectura, tanto como nosotros disfrutamos su preparación”.
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