jueves, 27 de noviembre de 2008

Bailar con la más fea

Si nuestro idioma tiene riqueza incalculable, siempre “a mano” recursos literario-estilísticos de sobria belleza y a cada paso surge la frase chispeante y llena de gracia como antídoto contra la chabacanería ¿por que no aprovecharlas?

Aunque ello es bastante preocupante en el habla normal, en la calle o en instituciones de diverso tipo, el hecho adquiere ribetes desastrosos cuando los infractores están en cualquiera de las categorías de comunicadores, tanto dirigentes, maestros en un aula o de ceremonias, como locutores de la radio o la televisión.

La prensa plana por sus características implica varios trabajos de mesa previos a su publicación pero aun así nos dejamos morder por los errores.

Un ejemplo es el de una conocida publicación nacional que confundió el uso de la conjunción copulativa cuando la próxima palabra comienza por i para evitar la disonancia (“Enrique e Inés volvieron al viejo hogar”).

Y lo hicieron peor pues no se percataron de que en la siguiente muestra: “Agua y hielo inundaron los campos” el diptongo casi funde ambos sonidos y encasquetaron en medio una improcedente y entrometida e.

Aunque ya lo adelantaron dos o tres programas en la pantalla chica en los que demolieron los usos confusos de por supuesto y otras expresiones por parte de conductores, comentaristas o periodistas reportando en vivo, quedan muchas aristas del problema.

Imagine, amigo lector, cómo se sentiría si determinado interlocutor frena en seco su exposición con un ¡ya! que puede ser cortante o un poco más asordinado, a lo mejor para él eso significa: “Ya capté el mensaje”, pero a usted le parecerá un bocado para sofrenar sus palabras.

¿Quien no ha escuchado lo que sigue?: “Compañeros de la presidencia, decirles que estamos dispuestos…” ¡¿qué es eso?!

Acaso los usuarios de tamaña incorrección no saben que para expresar el mismo giro este decirles debe estar precedido por una forma verbal (naturalmente acomodada a las personas gramaticales) pues a nadie se le ocurriría conjugar: “Yo decirles, tú decirles, el decirles…” Deseo, quiero, necesito y otras por el estilo, son las palabras adecuadas.

Otro modo indigno de expresión es “un poco que” al parecer tomado de modas y maneras viciosas del habla del occidente cubano y que tiene irreverencias tales como “estás como que loco” que afortunadamente por estos rumbos no ha prendido,

Sin embargo, es frecuente escuchar en medios de comunicación del patio un sacrilegio: “Estaba pensando de que el desarrollo de Granma”… ¡no! Comunicadores, la preposición sobra, elimínela y ganará en claridad y elegancia.

Muy en boga y asimismo incorrecto es el manido “más menos”: eso pudiera conectar de jonrón en las ciencias exactas pero en la realización diaria de la lengua es un disparate, diga sin vergüenza: “Más o menos”.

Si quitamos la conjunción eliminamos de cuajo todo vestigio de disyuntiva, sería como manifestar: “ustedes nosotros tendremos que hacernos cargo” solo con la O arrinconamos las oscuridades.

Todavía me parece incomprensible que algunos se empeñen en llegar al baile de las palabras y frases y escoger enseguida la menos agraciada.

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