Facultosos

Pareciera que el facultoso es un “invento” cubano porque aquí proliferan, pero no: personas así las hay en cualquier parte del mundo aun cuando por nuestra sangre latina y la exquisita mezcla de español, africano, asiático y amerindio se nos atribuyan mayor número de estos especímenes tanto desde dentro como fuera de nuestro límites geográficos. Si acudimos a cualquier diccionario en línea o en letra impresa dirá más o menos así: Este vocablo coloquial y a veces despectivo usado en Cuba, se dice especialmente de una persona, que se puede atribuir y conceder las facultades que no le pertenecen o que se excede del empleo a los que se han asignado; alguno de ellos añadirá: “Rima con dificultoso y revoltoso”. ¡Qué conveniente! Veamos algunos ejemplos y ejemplares de esta “fauna”, en el sentido más respetuoso de la palabra. Rodriguito se las daba de excelente mecánico de bicicletas, cuando una tía de su novia necesitó dar mantenimiento al chivo, él se brindó presuroso se la dejó toda floja, tuercas y tornillos de los ejes en bandas, fue un milagro que no se matara en su primer “vuelo”, entonces tuvo la tía que solicitar urgentemente los servicios de un profesional. Cuando la novia de Rodri cumplió sus quince octubres, tuvo sus fotos hermosas como es tradición y adicionalmente recibió como regalo de su madrina, un rollo en colores para contribuir a perpetuar el evento, pero el chico abrió la cámara intempestivamente y veló la película, si hubieran sido dibujos animados un humito negro habría salido de las cabezas de los perjudicados demostrando enojo. “Chiquilla” le dicen a otra que bien baila, juzgue el lector por estas anécdotas: en cierta ocasión estaba en casa de unos amigos, llegó una visita y ella ni corta ni perezosa, solícitamente puso al fogón de gas licuado una cafetera eléctrica sin estreno y la achicharró, cara les resultó a los anfitriones la atención de “la comadre”. La "Angelita” es especial con sus buenas amistades y siempre estará presente ante un enfermo, una visita grande, un evento familiar o cualquier otra contingencia, pero tiene la habilidad de un elefante en una cristalería y rompe a diestra y siniestra por estar tomando “iniciativas”. Como electora es genial pues sus planteamientos son oportunos y contundentes, aunque… a veces se pasa: hace dos mandatos nos sorprendió con la siguiente afirmación “tengo 28 planteamientos para esta noche”, ¡menuda tarea para el delegado! Felo la Avispa, forma parte de un grupito de pescadores de agua dulce entre los que figuraba su hermano Eduardo; cuando terminaba la faena se reunían en la casa de algunos para cocinar una caldosa de pescado, como es sabido se hervían los pescados se limpiaban de espinas y las masas condimentadas se ligaban con viandas como un tentempié esperando el plato fuerte. Pero todo se frustró porque Felito removió masas con espina y la caldosa se fue a bolina. Otra anécdota de esos camaradas implica a Pedro, estudiante de primer año, primer semestre de Medicina ocurrida por el barrio de Teodora camino de la presa Pedregales, el grupo bebió agua del río y siguieron marcha y a los 15 minutos alguien le dio dolor de barriga y fue a “dar del cuerpo” . Pedro gritó alarmado: “¡Lo dije lo que tú tienes es una amebiasis!!!! En eso medió Eduardo un médico consagrado: ¡Pedro, no exageres, una amebiasis no se manifiesta al instante!!! El facultoso abarca una amplia gama de situaciones, afecta a personas, bienes materiales y pone en riego a cualquiera por la manía de querer saber de todo y obrar en consecuencia, que digo, en inconsecuencia. ¡Solavaya!