La palabra gráfica

El detonante para abrir la gama de sentimientos y acciones fue un incendio doméstico en la confluencia de las calles Manuel del Socorro y 26 de Julio en Bayamo. El hecho conmovió la tarde dominguera, la siesta entrecortada dio paso a la vigilia forzada; a la angustia inicial e incertidumbre siguieron esperanza y alivio por la relampagueante respuesta de los bomberos del Comando Bayamo al sofocar el fuego, los vecinos más allegados se presentaron decididos a colaborar en lo que fuera. El fotorreportero Ismael González hizo en vivo una documentada exposición del hecho para el periódico La Demajagua digital y las redes sociales lo que generó una serie de comentarios que destacaban la actuación de los uniformados y las muestras solidarias del barrio, ese sector que acudió como un solo individuo a arrimar su hombro a quienes tanto lo necesitaban en ese momento. Imágenes y sonido reflejaron desde la preocupación pública por los adolescentes de la familia, inicialmente atrapados dentro del inmueble, el alivio colectivo al comprobar que estaban sanos y salvos y finalmente el compartir desde la modestia. Así habló el testimonio gráfico: “A poco de perderlo todo, la solidaridad de los cederistas y los vecinos de las víctimas del incendio ocurrido esta tarde en Bayamo, acudieron con todo tipo de ayuda para que lo ocurrido tenga las mínimas consecuencias en el bienestar de esta familia cubana”. También los hicieron las instituciones estatales correspondientes y la iglesia donde se congregan las personas damnificadas. Pero los vecinos defendieron también su espacio: un individuo pretendió hacer una “directa” para Facebook; lo intentó de soslayo para minimizar el intachable trabajo de los bomberos, pero fue frustrado por los vecinos quienes lo expulsaron del lugar. Llovieron post elogiosos en las redes; el usuario Ezequiel Morales escribió “Esa es Cuba, así somos los cubanos, nos faltan muchas cosas, pero nos sobra la solidaridad entre hermanos”, su amigo Nando Fracchia ratificó:” Ezequiel la solidaridad está en el ADN de los cubanos tanto en lo doméstico como internacionalmente”. Son verdades de las que por habituales apenas nos damos cuenta, la solidaridad es raigal a los cubanos desde el nacimiento de nuestra nacionalidad.