domingo, 21 de noviembre de 2021

Copal panacea o sanalotodo

Qué cubano de antaño no recuerda la fragancia o lo milagroso de las curas con esta planta que nuestros padres y abuelos consideraban casi milagrosa ¿Estaban errados? Nos parece que no. Al evocar los años idos vienen a nuestra mente aquellos pinchazos de espinas que había que sacar mediante agujas con sumo cuidado, pero que nuestras madres (esas hadas del hogar) solucionaban con un emplasto tibio de una resina que nos olía a gloria, especialmente porque no había que hurgar en los agujeros dejados por las púas. También recordamos el regaño acostumbrado por abandonar los zapatos y aventurarnos por los patios o solares yermos con los pies desnudos. Podemos afirmar que esta es una planta multiusos. Cualquier manual de herbolaria indica que su resina era apreciada en el pasado, no sólo por sus cualidades aromáticas, sino por sus propiedades curativas, las cuales se aprovechaban, ya sea al quemarlo e inhalar su humo, o untado sobre la piel, incluso como té, para curar diversos males, entre ellos el dolor de cabeza. También que es uno de los inciensos más importantes usado por las milenarias culturas de América pues su uso tiene connotaciones espirituales arraigadas en la creencia popular. Se dice que el copal purifica, protege, atrae el amor y la abundancia, nos conecta con el amor y la meditación. Nuestra experiencia personal es amplia con el copal, ya referíamos los beneficios sobre pinchazos y cortaduras de nuestra niñez; pero hay más y más cerca: hace tres décadas prestaba servicios en la emisora local Radio Bayamo, era martes, al día siguiente debían entrar en vivo a la revista matutina Hoy en la noticia, pero una ronquera persistente lo hacía improbable, entonces recordé la matica milagrosa, en ese caso era pequeña, corté unos retoños y los eché en agua para consumir el líquido como “agua común”. Eso sería como a la cuatro de la tarde, hasta irme a la cama había consumido un pomo lleno, eso más el descanso nocturno me permitieron entrar a cabina a la hora convenida. Ahora, estoy tecleando con cierto trabajo porque hace tres días sufrí pequeñas heridas y pinchazos en la mano izquierda. La hinchazón era notoria. Me higienicé bien y busqué la resina del copal, la aplique toda la noche, bajó la hinchazón y la infección que comenzaba a apuntar, no se gozó. No, si cuando lo digo la sabiduría popular y la medicina verde hacen miagros.

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