Solo mentes calenturientas
como las de los congresistas
Mario Díaz-Balart, republicano y la demócrata Stephanie Murphy pudieron presentar un engendro dantesco contra la
familia cubana y disfrazarlo de humanitario y moderno.
Y solo a él, junto a María Elvira Salazar (su par en el feroz binomio anti cubano) anunciarlo y darlo por hecho a bombo y platillo.
¿Diferencias entre demócratas y republicanos? ¡Ninguna! y esta nueva desventura legal lo confirma junto al propio título: “Impulsan proyecto bipartidista en EE.UU. para reunificación familiar de cubanos”, ¡vaya tela! como diría un español indignado.
Señores
leguleyos, modernizar no es complicar la vida a los solicitantes: ustedes proponen
que la ilegal base naval estadounidense en Guantánamo sea usada para que completen
sus trámites quienes gestionaban aprobación para la reunificación y quedaron en
el limbo en 2017 ¡Le zumba el merequetén!
Aclaremos:
se entiende por embajada a una misión diplomática permanente, ello supone una
representación de un país en otro, por supuesto, con el consentimiento del
segundo. Y eso no es ni será la
ilegítima base naval impuesta en Guantánamo.
El enclave marítimo nació de la oscuridad obligada por la Enmienda Platt, barbaridad rechazada por
dignos patriotas independentistas e impuesta en 1901 por las artimañas del
gobernador yanqui Leonardo Wood.
Desde el triunfo de enero de 1959, Cuba refuerza su motivo fundamental, la
exigencia de la devolución de esa porción robada con amenazas.
La Base es punta de lanza en las
provocaciones contrarrevolucionarias y los asesinatos de los soldados cubanos
Ramón López Peña y Luis Ramírez López, ultimados por disparos provenientes del
territorio ocupado. Otros resultaron heridos.
Por ello
ultraja la pretensión de convertirla, a pepe,
en territorio diplomático.
Sigamos
con las falsedades: "Miles de inocentes familias cubanas sufren la carga
causada por la conducta impropia del régimen cubano y la falta de protección al
personal estadounidense en Cuba", dijo Díaz-Balart, ¡No me digas, loser!
(perdedor).
¿La conducta viril e independiente de nuestro gobierno les resulta inadecuada? ¡Mira tú! ¿Ataques sónicos, según
reportan algunos diplomáticos estadounidenses y canadienses?
¡Puras bolas! todos los análisis realizados por expertos norteamericanos
y de patio desechan la falsedad.
Son
bárbaras calumnias: Cuba es inocente y observadores
internacionales lo han validado, salta a
la vista solo el pretexto de Donald Trump, verdadero culpable, para romper el
normal flujo de la emigración o el reencuentro de familias.
Los
legisladores se muestran confiados en el éxito del proyecto, claro, se han
visto tantos horrores y manejos en la
política exterior de su Tío Sam, secundadas por sus guatacones, que ningún
disparate les asombra.
“También
defiende y promueve la seguridad del personal estadounidense y prohíbe que los
abusadores de los derechos humanos se beneficien del programa, indica un
comunicado de Díaz-Balart.
¿Es que
vendrían yanquis homicidas de tantos
negros y otras minorías a solicitar permiso? ¡Esos son los verdaderos
abusadores!
Indudablemente esos congresistas pretenden ahogar con los gritos de torturados y asesinados que encierran las paredes y rejas en Guantánamo sus hipócritas conciencias.
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