Los fuertes aguaceros del jueves último
representaron sin duda un alivio ante el
agobiante calor experimentado por bayameses y otros hijos de Granma.
Pero, también puso un punto rojo de alarma por la
agresión a la propiedad social y privada en el tercer tramo del Paseo General García de
esta añosa ciudad de Bayamo.
Gente inescrupulosa protagonizó una acción
vergonzosa en ese segmento del paseo entre las calles Manuel del Socorro y
General Masó al entrar a los jardines y pisotear el césped con el lógico
desprendimiento de fragmentos de la
tierra que lo sostiene.
Eso no fue
lo peor, sino que (al parecer) se lanzaron entre sí los trozos de fango resultantes
y los proyectaron contra las paredes de viviendas e instituciones culturales
allí localizadas.
Los edificios “enfangados” fueron la vivienda contigua al mercado Flor de Azahar, junto a la Oficina de Patrimonio y centro Histórico de la Ciudad, pero el Museo de Cera, el Gabinete arqueológico y otras casas de familia también recibieron una “pequeña” cuota de suciedad.
Los edificios “enfangados” fueron la vivienda contigua al mercado Flor de Azahar, junto a la Oficina de Patrimonio y centro Histórico de la Ciudad, pero el Museo de Cera, el Gabinete arqueológico y otras casas de familia también recibieron una “pequeña” cuota de suciedad.
Lo peor es que los hermosos faroles que ornan y
alumbran esta cuadra de la vía peatonal, fueron afectados ahora como también cuando ha llovido
en otras ocasiones.
Por eso visitantes, vecinos, trabajadores y
directivos de instituciones del entorno y otras personas que usan frecuentemente el Paseo,
reclamamos la omnipresencia de los
inspectores y agentes del orden que de tan buen modo preservan ese bien
público, convertido ya en patrimonial para Bayamo y sus asiduos.
Un ejemplo claro ocurrido ese propio jueves en los
primeros tramos de General demuestra lo necesario de su presencia: un ciclista
alocado sorteaba a transeúntes y
obstáculos hasta desaparecer por la calle Figueredo; ello reclama la acción enérgica contra quienes
agreden.
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