Habaneros aseguran que el 4 de marzo de 1960 amaneció invernal y
apacible. Obreros portuarios se dedicaban a la descarga del buque francés. La
Coubre… pocas horas más tarde sendas explosiones convertirían al puerto
habanero en un infierno, a tal punto que
hay suficiente material gráfico para volver a pintar un cuadro como el
Guernica de Pablo Picasso, cuando la aviación fascista italiana y
alemana que combatía junto a sus socios españoles descargó su odio contra ese
humilde pueblo en la provincia de Vizcaya en 1936.
Algo similar, un odio semejante
hizo estallar el vapor galo La Coubre que
había arribado al puerto habanero con armamento necesario para la
defensa de nuestro país insular. En sus
bodegas traía varias toneladas de granadas y municiones.
Alrededor de las 3:10 de la tarde de ese,
día iniciado con tanta tranquilidad, un
estallido estremeció la tierra. Varios muertos y heridos iniciales. Los
techos volaron por los aires y la popa
de La Coubre, quedó destrozada.
Ernesto Che Guevara,
estuvo entre los primeros en
llegar acudieron también con rapidez nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro,
Raúl Castro, Juan Almeida, Ramiro Valdés y Efigenio Ameijeiras, el entonces
presidente Osvaldo Dorticós y el comisionado José Llanusa Globel, entre otros
dirigentes revolucionarios.
Soldados rebeldes miembros, de la
Policía Nacional Revolucionaria, bomberos y pueblo en general, acudieron a
prestar ayuda. Empezó el rescate de heridos y los cadáveres. Una segunda
explosión cobró nuevas víctimas entre quienes, desafiando el peligro, habían
tenido ese gesto de solidaridad humana.
El resultado final, un centenar de
muertos, incluyendo 34 desaparecidos, alrededor de 400 heridos o lesionados
—decenas de ellos incapacitados de por vida— y como consecuencia, viudez y orfandad.
Ese hecho, extraordinario en sí
mismo, adquirió al día siguiente una especial relevancia para la historia de
Cuba. Frente al intento de aterrorizar al pueblo cubano para que desistiera del
esperanzador camino recién emprendido en
enero de 1959, la respuesta expresada por el Comandante en Jefe Fidel Castro
Ruz en el sepelio de las víctimas fue la de resistir y luchar hasta la última
gota de sangre, lo que quedó resumido a partir de ese día y para siempre en el
grito de ¡Patria o Muerte!
Un hecho irrefutable: De acuerdo
con el resultado de las investigaciones todas las evidencias señalan a la
Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos vinculada con este acto
terrorista.
Como antecedente estuvo la
permanente amenaza contra Cuba de invasiones armadas desde el exterior, y la
carencia de los medios de guerra necesarios para enfrentarlas y vencerlas con
la participación de todo el pueblo, movilizó a la dirección revolucionaria para
llevar a cabo la rápida reorganización de sus incipientes fuerzas armadas. Con
ese propósito la Revolución comenzó a dar los pasos necesarios para comprar armas
y municiones.
El Gobierno de Estados Unidos hizo
todo lo posible por impedir que Cuba adquiriera esas armas en países de Europa
occidental. Los intentos realizados por funcionarios cubanos ante el Reino
Unido, con el propósito de sustituir aviones de combate de la pequeña Fuerza
Aérea cubana por otros más modernos, fracasaron por la directa intervención
norteamericana. Sin embargo, a pesar de las gestiones del cónsul y otros
diplomáticos estadounidenses ante el Ministerio de Relaciones Exteriores belga
y la fábrica productora de los modernos Fusiles FAL, se logró firmar un
importante contrato. En cumplimiento de este, en octubre de 1959, el buque La
Coubre transportó un cargamento de armas hacia Cuba sin ningún contratiempo.
Pero el 4 de marzo de 1960 el odio
materializó un Guernica tropical en la Mayor de Las Antillas
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