lunes, 17 de abril de 2017

¿Réquiem por las palmas reales?

Con el pretexto de ampliar un campito de balompié, funcionarios u operarios de la Dirección de Deportes cercenaron varias palmas,  que se vieron extirpadas a flor de tierra con una limpieza tal que pareciera una decapitación.
Eso ocurrió en un solar contiguo al inmenso patio del centro seminternado Carlos Manuel de Céspedes (la escuela José María Izaguirre de mi niñez y muy cerca del parquecito de La Ollá  y fronterizo también al complejo Vegas del Río Bayamo, más conocido como El Chapuzón.
Sería hipócrita  si dijera que no me divertí cuando iba de compras a los distintos mercados de las Vegas… o  cuando llevaba a alguno  de mis nietos a ver los topes amistosos entre atletas de escuelas primarias de las diversas escuelas bayamesas.

Allí muchas veces en la orilla del terreno y a pleno sol disfrutábamos de fintas, goles, pases y otras acciones  propias  del deporte de las multitudes.
Allí les explicaba a  mis muchachos los rudimentos del juego aun cuando no soy muy ducho en ellos.
Muchas veces por los tantos equipos en competencia los juegos se pactaban a unos pocos minutos, pero aun así chicas y chicos sudorosos pugnaban por dar el triunfo a su equipo.
No me aparté del tema por   casualidad, creo que es loable que crezcan los espacios deportivos en esta y otras localidad: masividad implica buenas selecciones, pero resulta imperdonable  que antes no se les exigiera los responsables  que plantara otras tantas palmeras para sustituir las derribadas, es una práctica que debía generalizarse y no solo  de la Roystonea regia, Familia: Arecaceae, sino de cualquiera otro árbol para garantizar la continuidad de las especies, hacerlo es una práctica que debía generalizarse.
Porque otro loable propósito, el de   desarrollar campos cañeros y arroceros , nos quedamos prácticamente sin palmas ni bosques en esta región cercana al río Cauto.
Creo que nuestro deber es preservar  esta majestuosa planta pues corremos el riesgo de que las generaciones que nos siguen no sepan que fue de la Reina de los campos de Cuba.
Ella es  un árbol emblemático. La palma real fue elegida como el árbol nacional en Cuba por ser el más numeroso de sus árboles, por ser la especie más notoria de sus paisajes, por su belleza, por su utilidad y por estar representada en el Escudo Nacional.
¡Concordemos con eso!


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