domingo, 3 de octubre de 2021

Como La guerra de los mundos

Desvergonzada es la actual penetración informática sobre personas y naciones, lo cual destroza la privacidad de variados grupos humanos. Desvergonzada es la actual penetración informática sobre personas y naciones, lo cual destroza la privacidad de variados grupos humanos. Tanto, que recuerda la obra cumbre de Herbert George Wells en su inmortal invasión alienígena, homónima del presente título. Hoy palabras como bots, botnets y trolls son comidilla en redes sociales, noticieros, actualidad mundial e impacto sobre el concepto particular de diversos entes políticos sobre la democracia. Cuentas “internéticas” marrulleras suelen ser trampas, subraye eso, amigo lector. Muchos sitios en internet alertan acerca de estos fenómenos, pero ¡ojo, no nos dejemos confundir! ellos operan según sus propios credos e intereses. Exploremos entonces algunas de las definiciones y metodologías utilizadas por uno, reconocido por su posición anti socialista al identificar, exponer y explicar la desinformación online. El Laboratorio de Investigación Forense Digital del Consejo Atlántico (DFRLab) dice estudiar este concepto “al exponer noticias falsas, documentar abusos de derechos humanos y desarrollar resiliencia digital en todo el mundo”, claro, desde el prisma exclusivo de sus especialistas y directivos. Para clarificar más en esta “guerra de los mundos” resulta imprescindible saber que un bot es una cuenta automatizada de redes sociales, administrada por un algoritmo, y no por una persona real. Así, se publica sin intervención humana, se propicia la profusión o ausencia de contenidos y decide a quién y cuándo dirigirlos. En cambio, el troll (como el mítico ser de la mitología escandinava) es malvado: inicia ex profeso conflictos online o injuria a otros para distraer y sembrar divisiones mediante declaraciones “fuera de foco” en determinada red social. Buscan aturdir internautas y caotizar el espacio digital; un troll es un usuario real (a diferencia de los bots) una red de cuentas bots administradas por el mismo individuo o grupo se llaman botnets. Los bots están diseñados para tejer mentiras y fingir más usuarios "reales". Ese entramado genera más interacción; si es exitoso logra situar un tema escogido sobre más usuarios reales, así un hashtag, usuario o palabra clave serían más comentados o populares: viralizados. La “limpieza” efectuada por Twitter y la metodología de detección mejorada, obligan a los hackers a tener más cuidado, ahora los bots individuales son más difíciles de detectar. Un consejo: si varias cuentas utilizan exactamente el mismo patrón, por ejemplo, replicando noticias cuyo titular es el texto del tweet, probablemente sean ejecutadas con el mismo algoritmo. Aunque sitios occidentales y pro occidentales explican a los usuarios de la red la “desinformación” generada desde países incómodos a Estados Unidos y las grandes potencias capitalistas, realmente se atienen a la vieja sentencia “haz lo que digo y no lo que hago”. No sabemos si por error, confiesan su labor en solo esta aseveración: “Lo nuestro: contrarrestar la desinformación china y rusa”; por ende, sabotear todo lo ajeno a sus propios ordenadores. ¿Queda alguna duda?

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