De la zafra, todo cubano sabe, y lo mejor es que
todo cubano opina con tino, con argumentos, con “numeritos” en la mano o en la
mente, como el mejor estadístico.
Sucede como en la pelota.
No puedo
absolutizar, pero hay más de diez millones
de compatriotas nuestros que, según ellos, pudieran dirigir un team Cuba de béisbol.
Y así como nuestro aficionado conoce al dedillo las estadísticas e historia deportiva de cualquiera de los
jugadores que admira, conoce también las
fortalezas y debilidades de los contrarios.
Y apreciemos
este detalle: aunque el atleta milite en
equipos contrarios, cuando se arma un conjunto con los refuerzos, nuestro admirador pasa a serlo de aquellos a
quienes “odiaba” en el más estricto
sentido deportivo, lo mismo
sucede cuando los peloteros del patio cumplen compromisos internacionales.
Si los entusiastas de peñas deportivas como La vio
pasar (por poner solo un ejemplo), y otras espontáneas y no oficiales, entablan
discusiones furibundas y casi nunca exentas de razón, sepan amigos oyentes que
algo similar ocurre con las peñas azucareras.
Nosotros, por razón de nuestra profesión, estamos
muy cercanos al mundo cañero azucarero, y sabemos que no solo la gente del sector, sino
los vecinos de los bateyes o del centro de las ciudades, juzgan con propiedad
sobre cómo lograr mejores siembras o las ventajas de la base ancha para lograr
mayor producción de la gramínea.
Muchos
conocen las mejores variedades para el inicio de la contienda y las que sirven más adecuadamente para continuarla.
Valgan solo estos ejemplos.
En la parte fabril, mucha gente sabe que adelantar
cosechas puede ser una carta de triunfo, pues quien da primero da dos veces y
hablan como expertos sobre la norma
potencial de molida, el clima óptimo
para obtener más azúcar….si se cumplen o
no los planes…
Incontables aficionados, a veces por terceras
personas, conocen los partes azucareros de cada día emitidos por planta de radio, y de memoria
saben de los mejores o peores en la emulación especial de zafra.
Esos mismos
son quienes celebran cuando los centrales cumplen sus normas o como cuando el
Enidio Díaz las sobrecumple de manera sostenida, o cuando Mabay se recupera …esos mismos son
quienes nos abordan en plena calle, o por teléfono y correo electrónico y
opinan, sugieren, indagan aunque visiten o vivan en otros países… eso es una
bendición.
Ese amor que el pueblo siente por la gente de
nuestra primera industria, debe ser recompensado con más entrega cotidiana de
los agroindustriales y que se nos brinde
el alegrón de que los azucareros se quiten el sambenito de incumplidores y se
conviertan en campeones.
Igualito que los Alazanes, ese gentilicio
adicional que ahora tenemos los granmenses.
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