domingo, 26 de agosto de 2012

Emilio Garcés o todo por Bayamo

Hojeando folios amarillentos descubrí la vida ejemplar de un hombre que lo dio todo por esta ciudad de Bayamo y vivió con la pluralidad de los grandes y de los que nada tienen que perder: el cojo Emilio Garcés (1906-1948).

Culpables de estas líneas dominicales son también los autores Isolda Martínez Carbonell y Raynor Rivera Licea quienes me adentraron en la vida de esta bayamés al que solo conocía “ de lejos”, ellos recogieron testimonios de sus familiares, amigos, conocidos y de historiadores notables de como José Carbonell Aalard y el periodista Manuel del Risco.

A todos ellos y especialmente al cojo Garcés debemos respeto los bayameses de hoy.

Fue hijo natural del coronel del Ejército Libertador Manuel Plana y Rodríguez del Rey, primer Alcalde de Bayamo y de Julia Garcés. Nunca, no obstante, llevó el apellido Plana, pues su padre no lo reconoció.

Al unísono, o casi, tuvo tres mujeres, tres familias y 10 hijos.

Se opuso a la destrucción de las edificaciones antiguas, las que permanecieron en pie después de la Quema de la ciudad. Luchó porque no destruyeran al Bayamo viejo y sus tradiciones.

Fundó, junto a otros, la Asociación Cívica de Bayamo; y también apoyó mucho con la realización de fiestas y verbenas para la obtención de dinero con el propósito de instaurar la Escuela de Comercio.

Pertenecía a la Acción Revolucionaria Guiteras y lideraba las principales manifestaciones de las décadas del 20 y 30.

Cuando cayó el gobierno de Machado, estuvo entre quienes encabezaron la manifestación, tiraban piedras e iban a buscar al alcalde.

“Era un bayamés con ‘bayamía’, refieren quienes le conocieron.

Periodista colegiado, pertenecía a la Asociación Revolucionaria Guiterista y luchaba por reconstruir a Bayamo.

Emilio era un hombre de pueblo. Amaba mucho a Bayamo. Decía que era necesario rescatarlo del olvido, reconstruirlo.


Quienes le conocieron evocan su estampa por las calles de Bayamo pedaleando en su bicicleta y hablando. Porque eso sí, dondequiera que podía realizar un mitin lo hacía.


Emilio contrarrestaba a los políticos corruptos y cada vez que tenía la oportunidad de hablar exigía la prosperidad de Bayamo. ¡Esa era su causa!

“Desde pequeño, según refleja el artículo Los héroes guiteristas de Bayamo, publicado en la revista Trinchera, se enfrascó en las luchas cívicas. Toda causa noble y justa lo tenía en la vanguardia de lucha. Su pasión era Bayamo. Era un pedazo de esperanza en marcha constante.

A Emilio Garcés debe Bayamo su despertar cívico. Organizó el ‘plan Garcés para la reconstrucción de Bayamo’, que muchos miraron con indiferencia, pero que fructificó en la constitución del Comité Pro Reconstrucción de Bayamo.

Fue fundador del ‘Círculo de la Prensa’. Perteneció a la Asociación de Empleados del Comercio, Asociación Padres, Vecinos y Maestros; ‘Bayamo Social’; Asociación Patriótica Nacional; Agrupación Nacional Martiana, que le confirió una medalla; Comité Pro Dignidad Bayamesa; Patronato de la Escuela de Comercio; Patronato de la Escuela Técnica Industrial; Comité Histórico ‘Bayamo Manda’; Colegio Provincial de Periodistas de Oriente; distintas Logias, etc. Dirigió el periódico local Renovación; figuró como Subdirector del semanario Hatuey; colaboró en El Mundo, El Triunfo, Bayamo y últimamente en Pueblo.

Se destacó en la gran protesta cívica bayamesa el 30 de Septiembre de 1946, volviendo a la carga el 30 de Septiembre de 1947, siempre peleando por mejoras para Bayamo.” (…)


Un episodio singular en la vida de Emilio Garcés fue el rescate de los restos de Francisco Aguilera, en 1940, para impedir su traslado a Santiago de Cuba. El periodista Manuel R. del Risco Álvarez, quien participó en el hecho recoge que:

“En la noche del 9 (de octubre) había llovido mucho y, aunque no fue tarea fácil, al humedad nos ayudó a remover los ladrillos, que sacamos uno a uno, con mucho cuidado, para no causar destrozos, utilizando solamente un puñal muy bueno que me habían prestado. La caja que contenía los restos de Aguilera era de bronce y pesaba bastante. Casi amaneciendo llegamos a la casa de Emilio y colocamos el féretro debajo de la cama de su mamá, Julia (…)”

“Su último combate lo libró contra los funcionarios del Ministerio de Salubridad que quisieron lesionar los intereses de la población bayamesa, al intentar cerrar la fábrica de leche condensada de la Compañía Nacional de Alimentos”, señala el referido artículo de Trinchera.

“Fue detenido, junto con los compañeros Fernando Ramírez y Conrado Milanés Lemes, acusados de haber colocado una bomba al carro-laboratorio del Ministerio de Salubridad. Fueron puestos en libertad por el Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba, al comprobarse la inocencia de todos ellos.”

De regreso ocurrió el accidente automovilístico. Así lo reseñó la prensa de la época:

“Cinco personas resultaron muertas al chocar el automóvil en que viajaban con un ómnibus, en la Carretera Central (en San José de Conga, a ocho kilómetros de Palma Soriano), en las últimas horas del día de ayer.

“Tres de las víctimas habían sido puestas en libertad por el Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba, por acusárseles como autores de la colocación de una bomba en el carro de inspección de abasto de Leche, en la ciudad de Bayamo.”

En el pie de foto se expone: “De izquierda a derecha, aparecen en el grabado, Emilio Garcés, secretario de finanzas del comité ejecutivo municipal de Acción Revolucionaria Guiteras; Fernando Ramírez, responsable provincial de la propia organización; y Conrado Milanés Lemes, delegado del Sindicato de la Compañía Nacional de Alimentos, quienes perecieron, al igual que Elpidio Ramos Rosales y el soldado Walter Gaspar Alonso Pérez (…)”

Sus restos mortales descansan en la necrópolis bayamesa.

La figura de Emilio Garcés, su personalidad y méritos como representante de las más nobles y progresistas ideas de su tiempo, emergen del olvido. Su nombre permanecerá indisolublemente vinculado al progreso material y espiritual, a la preservación del patrimonio y a las causas nobles en defensa de Bayamo.

El mérito no es de quien reproduce esta historia, sino de aquellos investigadores que reviven para los bayameses de hoy una figura signada por la fuerza del ejemplo.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Quisiera ver una foto de Emilio Garcés por favor.